El presidente de Guatemala, Otto Pérez, afirmó que seguirá en el poder pese al clamor popular que pide su renuncia a raíz de un escándalo de corrupción por el que ha sido detenida su expresidenta, Roxana Baldetti.
"Les afirmo que no renunciaré y que con toda entereza enfrentaré y me sujetaré a los procesos que en ley correspondan", afirmó Pérez en un mensaje transmitido en cadena de radio y televisión.
Pérez fue acusado por la Fiscalía y una comisión de la ONU contra la impunidad de encabezar una estructura de defraudación aduanera.
Según la investigación, las menciones de "el uno" y "la dos" en miles de escuchas telefónicas entre la estructura criminal denominada 'La Línea', corresponden al mandatario y a la vicepresidenta.
Baldetti ha sido acusada de recibir grandes cantidades de dinero que usó, entre otras cosas, para comprar lujosas propiedades en Ciudad de Guatemala y en la costa del Pacífico.
En su discurso, el mandatario pidió perdón a los guatemaltecos, pero igual acusó al gremio empresarial –que también ha exigido su renuncia—de estar involucrado en la defraudación.
“Quiero que comprenda todo el pueblo de Guatemala que no hay una ‘Línea’, son dos, y hasta hoy solo ha aparecido la que recibe, pero no la que paga, sin duda enraizada en el sector empresarial y que espero pronto aparezca en toda su magnitud”, dijo en el mensaje trasmitido por los medios de comunicación.
Hasta ahora cuatro de los 14 ministros de su gabinete han renunciado a consecuencia del escándalo.
Tras el mensaje presidencial, manifestantes que han pedido la renuncia del presidente Pérez bloquearon las salidas de Casa Presidencial para no dejar salir al Gabinete de Gobierno y anunciaron que las manifestaciones en contra del Gobierno subirían de tono.