"Hadestown", el inquietante musical sobre el inframundo, ganó el domingo ocho Premios Tony, incluyendo mejor musical, y le mereció a su directora una rara victoria para una mujer.
“The Ferryman” del dramaturgo Jez Butterworth fue coronada mejor obra. Bryan Cranston, Elaine May, Santino Fontana y Stephanie J. Block se alzaron con los principales premios actorales.
El público en el Radio City Music Hall estalló en vítores cuando Ali Stroker hizo historia como la primera actriz en silla de ruedas galardonada con un Tony. Stroker, paralizada del pecho para abajo desde los 2 años debido a un accidente automovilístico, se impuso como mejor actriz de reparto por su trabajo en una oscura reposición de “Oklahoma!”.
“Este premio es para cada niño que esté viendo esta noche que tenga una discapacidad, que tenga una limitación o un desafío, que haya estado esperando para verse a sí mismo representado en esta arena”, dijo.
Rachel Chavkin, la única mujer que dirigió un musical nuevo de Broadway esta temporada, recibió el Tony a la mejor dirección de un musical por “Hadestown”. Dijo a la multitud que lamentaba ser una rareza tan grande en la Meca del teatro.
“Hay tantas mujeres que están listas para hacerlo. Hay tanta gente de color que está lista para hacerlo”, expresó. La poca acogida de diversidad “no es un problema de racionalización”, dijo, sino de falta de imaginación.
El colombiano Sergio Trujillo se alzó con el premio a la mejor coreografía por “Ain’t Too Proud” y le envió un mensaje de esperanza a los llamados “dreamers”.
“Llegué a Nueva York hace 30 años como un inmigrante ilegal”, dijo Trujillo al recibir el galardón durante un corte comercial, en un momento que se televisó de manera diferida. “Estoy aquí para decirles que el sueño americano está vivo”.
Cranston, en tanto, fue galardonado como mejor actor en una obra por su interpretación de Howard Beale en la adaptación teatral de la película sobre periodismo “Network”.
“Finalmente le dan el turno a un hombre heterosexual, viejo y blanco”, dijo en chiste. El astro, quien llevó un prendedor azul en apoyo a los derechos reproductivos, también le dedicó su premio a los periodistas en la línea de fuego. “Los medios no son el enemigo del pueblo”, dijo. “La demagogia es el enemigo del pueblo”.
Los vítores para las mujeres también se hicieron sentir cuando Butterworth, quien previamente había pedido al público que le diera a su pareja, la actriz Laura Donnelly, un aplauso por haber tenido dos hijos en dos años mientras trabajaba en la puesta dramática, le entregó el premio a la mejor obra a Donnelly. Una historia familiar de Donnelly lo inspiró a escribirla.
Fontana ganó su primer Tony como el protagonista travesti de “Tootsie”. Quizás más conocido por su papel de Hans en “Frozen”, Fontana fue galardonado por una adaptación de la película de 1982 protagonizada por Dustin Hoffman sobre un actor en dificultades que se hace pasar por una mujer para incrementar sus probabilidades de conseguir un empleo.
Block también obtuvo su primer Tony por interpretar a una leyenda: Cher. La actriz, que ha tenido papeles en las series de TV “Homeland” y “Orange Is the New Black”, es una de tres que hacen el papel principal en el musical “The Cher Show”. Le agradeció a "la diosa Cher por su vida y su legado".
Entre otros ganadores estuvo la legendaria May, quien se llevó a casa su primer Tony como mejor actriz, por su papel de una abuela con Alzheimer en la tragicomedia de Kenneth Lonergan “The Waverly Gallery”.
André De Shields obtuvo el premio al mejor actor de reparto en un musical por “Hadestown”, su primer Tony a sus 73 años. En su discurso, dio sus “tres reglas cardinales” para la “sostenibilidad y longevidad”.
“Uno, rodéense de gente cuyos ojos se encienden cuando los ven llegar. Dos, lentamente es la vía más rápida a donde quieren estar. Y tres, la cima de la montaña es la parte inferior de la siguiente, así que sigan escalando”.
Corden, en su segundo año como anfitrión de los Premios Tony, fue tan gracioso como siempre, ya fuera escondiéndose en un baño con los anfitriones previos Josh Groban y Sara Bareillies o tratando de provocar a una pelea estilo Nicki Minaj-Cardi B entre figuras usualmente educadas y alentadoras de Broadway. También le pidió a celebridades que cantaran karaoke durante los cortes comerciales.
Inauguró el espectáculo con un número de nueve minutos en el que abogó por la experiencia en vivo, sentado al principio solo en un sofá frente a un televisor, abrumado por la amplia programación.
El primer premio actoral fue para Celia Keenan-Bolger, a mejor actriz de reparto en una obra por su interpretación de Scout en “To Kill a Mockingbird” (“Matar un ruiseñor”). La actriz contó que sus padres le leyeron el libro cuando era una niña en Detroit y habían colocado una cruz en llamas en el jardín de su casa porque su familia ayudaba a personas afroestadounidenses.
Bertie Carvel ganó mejor actor de reparto en una obra por "Ink". Dijo que desearía poder estar con su madre, quien se encuentra hospitalizada en Londres. “Te amo, mamá”, expresó.
El director y productor ganador del Oscar Sam Mendes obtuvo su primer Tony por la dirección de “The Ferryman”. La obra de Rob Howell también se llevó premios a mejor escenografía y vestuario. El honor al mejor libreto de un musical fue para Robert Horn por “Tootsie”.
Los primeros premios para “Hadestown” fueron a diseño de escenografía, diseño de sonido, diseño de iluminación y orquestación.
El emblemático diseñador Bob Mackie se alzó con el Tony al mejor vestuario para un musical por “The Cher Show”, y arrancó risas de la audiencia al decir que “esto es muy alentador para un hombre de 80 años”.
La oscura versión de “Oklahoma!” se impuso como mejor reposición de un musical y “The Boys in the Band" fue coronada mejor reposición de una obra.
La ceremonia de los Premios Tony coronó una excelente temporada en Broadway, cuyos espectáculos reportaron un récord de 1.800 millones de dólares en ventas, un 7,8% más que la temporada pasada. La asistencia al teatro fue de 14,8 millones, 7,1% más, y se ha incrementado continuamente por décadas.