Líderes de la oposición en Haití convocaron el lunes una protesta nacional incluyendo el bloqueo de calles y la paralización de la economía del país, con la intención de presionar al presidente Jovenel Moïse para que deje su cargo.
La convocatoria podría movilizar a miles de jóvenes simpatizantes de la oposición.
La crisis en Haití se hizo visible el domingo, cuando muchos debieron hacer fila para conseguir agua, comida, gasolina y otros productos básicos. Protestas anteriores resultaron violentas, por lo que muchos temen que escenarios similares puedan repetirse. Varias personas han muerto durante las últimas tres semanas a causa de los enfrentamientos políticos.
El pasado viernes, por ejemplo, varias casas y comercios fueron incendiados mientras la policía rociaba con gas lacrimógeno a los manifestantes.
“Tengo la sensación de que el país va a cambiar”, dijo a la AP Yves Bon Anée, un albañil parado junto a jarrones de plástico vacío que llenará con gasolina a 2 dólares el galón para amigos, familiares y él mismo.
Los opositores haitianos denuncian hechos de corrupción pública, la inflación creciente y el decreciente suministro de gasolina que ha obligado el cierre de muchas gasolineras en la capital.
Haití, junto con Cuba, son dos países directamente afectados por la crisis en Venezuela, y las sanciones aplicadas por Estados Unidos, en el camino de conseguir la transición política en la nación sudamericana.
Los haitianos exigen también una investigación más profunda sobre las acusaciones de que altos funcionarios del gobierno previo malversaron miles de millones de dólares de un plan de petróleo subsidiado de Venezuela cuyo objetivo era financiar programas sociales.
(Con información de Reuters y AP)