La relación entre Irán, Venezuela y Hezbolá ha puesto incómodo al Congreso estadounidense desde donde se sospecha una posible amenaza terrorista para el país.
Las preocupaciones no son recientes porque comenzaron en el momento mismo en que Irán y Venezuela instauraron vuelos entre sus capitales. Muchos, se han preguntado desde entonces, qué o quiénes se transportan en esos itinerarios.
Y tan riesgosas como estas alertas, son las de la expansión de Hezbolá, organización considerada como terrorista por el Departamento de Estado, por toda Latinoamérica, incluyendo México, donde los expertos no dudan en alertar sobre sus presuntas conexiones con los carteles de la droga.
"Hezbolá, respaldado por Irán y Venezuela, es un enemigo señalado y mortal enemigo de los Estados Unidos, y ha hecho un progreso sustancial en los últimos 6 años para incrementar sus actividades en Latinoamérica. Esto, como resultado de una estrategia consciente y ofensiva para ampliar su influencia, legitimar su causa y avanzar en su guerra religiosa violenta y sus capacidades operacionales en nuestras propias narices”, aseguró Roger Noriega, ex sub secretario de Estado de EE.UU.
Y el blanco directo, alertaron los legisladores y los testigos, es Estados Unidos.
"La alianza entre una de las más peligrosas organizaciones terroristas en el mundo, Hezbolá, el patrocinador número uno del terrorismo; e Irán, enemigo jurado de Estados Unidos, y Venezuela, todos ellos en el patio trasero del país; cuando usted tiene todo eso reunido, lo que tiene es una red terrorista completa y con la capacidad lista para actuar, si así lo determinan”, dijo Patrick Meehan, presidente del Sub comité de Seguridad Interna.
El Departamento de Estado ha sostenido ante legisladores que la evidencia que el gobierno estadounidense ha recopilado sobre la presencia de Hezbolá en Venezuela podría amenazar directamente la seguridad nacional.
"A menos que nuestro gobierno y nuestros aliados responsables en Latinoamérica actúen con premura, creo que habrá un ataque contra personal estadounidense, a nuestras instalaciones y a nuestros intereses en las Américas, tan pronto como los líderes de Hezbollah calculen que ellos están en capacidad de lanzar una operación de este tipo”, argumentó Noriega.
Para estos expertos y para algunos legisladores no hay ninguna duda de que el gobierno de Hugo Chávez ha servido en la región como puente impulsor para que la diplomacia iraní se expanda al resto del continente.
Incluso hay quienes sostienen que Hezbolá habría recibido apoyo de algunos gobiernos de la región, para perpetuar el atentado contra el centro cultural judío de Buenos Aires, donde murieron 85 personas en 1994.