Ingenieros e inventores de Hollywood fueron honrados recientemente por su trabajo detrás de escena, con premios otorgados por la Academia.
David Laur ayudó a resolver el problema de manejar la gran cantidad de bancos de los ordenadores utilizados para los efectos especiales. El proceso de creación de imágenes realistas en las computadoras se conoce hoy como "rendering".
"Y por lo que esta secuencia de discos duros, por los cuales hay varios premios esta noche, tiene que ver con la gestión de gigantescos grupos de computadoras", dijo Laur, "y nosotros llamamos a estas computadoras ‘granjas de rendereo o interpretación’, yo soy un ‘agricultor de interpretación’".
Laur fue uno de los galardonados en los Premios de Ciencia-Tecnología, que presentó la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas y que se entregarán el 27 de febrero de 2011.
Laur llegó a esta industria con un título en ingeniería aeroespacial. Ahora trabaja para Pixar Animation Studios, y dice estar disfrutando el glamour de Hollywood.
"Esto es un sueño hecho realidad para mí", dijo. "Muchos de los chicos de Pixar, que han ganado estos premios, siempre han sido mis héroes. Es una oportunidad para agradecer a ellos y a la Academia", dijo Laur.
También fue honrado por su trabajo en la industria del cine, Marcos Sagar, un bioingeniero quien ha ayudado a desarrollar la tecnología para capturar el movimiento y transferir las expresiones faciales de los actores a los personajes animados en la pantalla, un proceso esencial para muchas películas, incluyendo el éxito de taquilla, Avatar.
El presidente del comité de premiación de la Academia es Richard Edlund, quien a su vez ha ganado cuatro premios Oscar en el pasado por su trabajo en efectos visuales, incluyendo una estatuilla por los efectos en las tres primeras películas de La guerra de las galaxias. Edlund dice que la industria ha cambiado desde entonces.
"Cuando entré en la empresa de efectos visuales para hacer La guerra de las galaxias no había ninguna infraestructura", señaló Edlund. "No podía encontrar a nadie y tuve que enseñar a la gente que contrataba. Ahora es una industria y se ha vuelto tan omnipresente que casi no hay películas que no tengan efectos visuales".
La nueva tecnología para las películas ha abierto grandes oportunidades para los cineastas, dice el artista de efectos visuales.
Edlund concluyó diciendo que muchos genios informáticos se dirigen a Hollywood, junto con aspirantes a actores, para entrar en el negocio del cine.