A sólo semanas del inicio de la Copa Mundial, policías en Río de Janeiro se fueron a la huelga exigiendo un aumento salarial de hasta el 80%.
Son miles de policías en 14 ciudades, incluyendo a Sao Paulo, donde el torneo comenzará el 12 de junio.
La policía militar y la policía federal, que patrullan las calles y están a cargo de las fronteras y aeropuertos, dicen tener quejas pero no planean una huelga hasta el final de la Copa del Mundo.
“No hay espacio para una huelga general (de la policía) ahora en Riio de Janeiro”, dijo el secretario de Estado de Grandes Eventos, Roberto Alzir.
Según Amnistía Internacional, las protestas se deben a los malos servicios públicos, la corrupción gubernamental y los desalojos forzosos en las comunidades que rodean algunos de los estadios.
“Creo que este movimiento es parte de los cambios en el país. El país está pasando por estos cambios. Hay cosas que están mal aquí. Hay muchas cosas que están mal y los dirigentes tienen que despertar y prestar atención a esto. Y una huelga es una manera de decir, ya estamos cansados de que el robo tiene que ir a trabajar y gobernar nuestro país”, dijo la oficinista de 36 años de edad, Vania Barbosa.
Brasil tiene cerca de 11 millones de policías civiles, además de la policía militar y las unidades policiales de pacificación.
Son miles de policías en 14 ciudades, incluyendo a Sao Paulo, donde el torneo comenzará el 12 de junio.
La policía militar y la policía federal, que patrullan las calles y están a cargo de las fronteras y aeropuertos, dicen tener quejas pero no planean una huelga hasta el final de la Copa del Mundo.
“No hay espacio para una huelga general (de la policía) ahora en Riio de Janeiro”, dijo el secretario de Estado de Grandes Eventos, Roberto Alzir.
Según Amnistía Internacional, las protestas se deben a los malos servicios públicos, la corrupción gubernamental y los desalojos forzosos en las comunidades que rodean algunos de los estadios.
“Creo que este movimiento es parte de los cambios en el país. El país está pasando por estos cambios. Hay cosas que están mal aquí. Hay muchas cosas que están mal y los dirigentes tienen que despertar y prestar atención a esto. Y una huelga es una manera de decir, ya estamos cansados de que el robo tiene que ir a trabajar y gobernar nuestro país”, dijo la oficinista de 36 años de edad, Vania Barbosa.
Brasil tiene cerca de 11 millones de policías civiles, además de la policía militar y las unidades policiales de pacificación.