Hungría cedió a las exigencias de la Unión Europea para que cambie varias de sus leyes que cuestionan la independencia de su Banco Central, su sistema judicial y la prensa.
La disputa de Hungría con el bloque amenazaba con descarrilar el intento de la nación del este europeo por obtener una línea de crédito por $25.000 millones de dólares de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pero el primer ministro Viktor Orban dijo, este viernes 20 de enero de 2012, que espera alcanzar un acuerdo político con la Unión Europea en una reunión que se realizará el próximo martes 24, en Bruselas, con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.
El analista Peter Kreko, del Political Capital Institute, con sede en Londres, dice que el gobierno de Budapest no tiene muchas opciones más que acceder a las demandas de la Unión Europea.
El gobierno de Hungría "teme que si no se toman algunas medidas para reducir el déficit público, algunos de los fondos sean congelados por la Unión Europea. Y esto eso es lo que el gobierno húngaro quiere evitar. Entonces diría que el gobierno ha reconocido que tienen que llegar a un acuerdo con la Unión Europea, aún si no están realmente felices con eso”.
La planeada fusión del Banco Central húngaro con el organismo regulador financiero ha sido un importante punto de enfrentamiento, junto con la edad de jubilación de los jueces y la independencia de la autoridad de protección de datos.