El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha advertido que el gobierno nacionalizará la empresa de aluminio MAL causante del vertido tóxico que causó la muerte de ocho personas la semana pasada, y aseguró que se trata de un “fallo humano”.
La portavoz del gobierno, Anna Nagy, comunicó la detención del director de la empresa, Zoltan Bakonyi, acusado de "poner en peligro la seguridad pública y causando con ello múltiples muertes, y daños al medio ambiente”, según añadió la portavoz de la policía, Monika Benyi.
Orban aseguró ante el parlamento que los responsables deberán pagar por los daños provocados a los afectados por el derrame, y por el coste de los trabajos en la planta. Además, deberán rendir cuentas de los riesgos todavía no identificados que corría la compañía.
Mientras, los equipos encargados se apresuran a terminar un dique de emergencia para evitar un segundo derrame del subproducto de aluminio desde el depósito de lodos de la compañía Mal Zrt.
"El mayor desastre ecológico de Hungría se debe a la negligencia humana, al permitir el derrame de un material tan peligroso", dijo Orban. "Tenemos que poner a la empresa responsable del vertido de lodos rojos bajo el control estatal hasta que todas las tareas estén acabadas", dijo en el parlamento.
El parlamento decidirá si el gobierno debe asumir el control de la empresa. “A la luz de lo sucedido, tenemos razones para creer que había gente al tanto de la peligrosa debilidad de los muros que protegían las reservas, sin embargo, conducidos por su propio interés, creyeron que no merecía la pena repararlas y esperaron que el problema se pudiera evitar”, concluyó el primer ministro.