El hijo del presidente de Estados Unidos, Hunter Biden, presentó una demanda contra el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani y otro abogado, a quienes acusa de acceder ilegalmente a sus datos, obtenidos del dueño de un taller de reparación de computadoras en Delaware, y difundirlos.
La demanda es la más reciente de una nueva estrategia de Hunter Biden de contraatacar a los aliados republicanos del expresidente Donald Trump que han intercambiado y difundido sus datos privados, como supuestos correos electrónicos e imágenes embarazosas, en una campaña para desacreditar a su padre, Joe Biden.
La demanda acusa a Giuliani y al abogado Robert Costello de que, por varios años, “han hackeado, alterado, manipulado, copiado, diseminado y en general se han obsesionado con” datos “tomados o robados” de dispositivos o archivos de Biden, lo que ha conducido a la “aniquilación total” de su privacidad digital.
La demanda sostiene también que los datos de Hunter Biden fueron “manipulados, alterados y dañados” antes de enviarlos a Giuliani y Costello, quienes los alteraron a su vez.
Con ello violaron las leyes contra el hackeo informático, sostiene la demanda, la que reclama una indemnización de monto no precisado y una orden judicial de devolución de los datos sin que se hagan más copias.
Costello era abogado de Giuliani, pero hace poco demandó al exalcalde de Nueva York porque, dijo, este le debe más de 1,3 millones de dólares en honorarios.
Un vocero de Giuliani no respondió de inmediato a un pedido de declaraciones, mientras que Costello se negó a hablar.
En febrero, Costello dijo a AP que una carta de los abogados de Hunter Biden al Departamento de Justicia para pedir que investigara el asunto de la laptop era un “documento legal frívolo” que “reflejaba desesperación porque sabían que a los Biden les llegaba el día del juicio”.
La demanda del martes es el giro más reciente de la larga historia de la laptop, que comenzó con un artículo en el New York Post en octubre de 2020 que detallaba algunos de los correos electrónicos que dijo que fueron hallados en el equipo relacionados con los negocios de Hunter Biden en el extranjero.
Trump se apresuró a aprovecharlo como tema de campaña durante la elección presidencial de ese año.
Biden no reconoce explícitamente que la laptop en el taller de reparaciones fuera suya, pero dice que “al menos algunos” de los datos estaban en su iPhone o resguardados en la nube.
Un fiscal especial del Departamento de Justicia está indagando en los impuestos de Biden y ha presentado una demanda en su contra por posesión ilegal de armas de fuego, caso en el que prevé declararse inocente.
Mientras tanto, los legisladores republicanos siguen investigando cada detalle de los negocios de Hunter Biden y tratan de vincularlos con su padre para un posible juicio político. Una audiencia prevista para el jueves detallará algunas de sus denuncias.
Después de mantener silencio cuando las imágenes se propagaban por todo el país, Hunter Biden ha cambiado de táctica y ahora sus aliados dicen que hay más en el camino.
En los últimos meses también demandó a un exasesor de Trump por su presunto papel para publicar los correos electrónicos y las imágenes, y presentó una querella contra el Departamento de Rentas Internas (IRS) alegando que sus datos personales fueron compartidos irregularmente por dos agentes que testificaron como soplones como parte de una investigación de los republicanos de la Cámara Baja en sus asuntos comerciales.
Además, ha pedido una investigación a Giuliani y Costello, y al taller de reparación de computadoras de Wilmington que afirma que Hunter Biden dejó allí una laptop en abril de 2019 y nunca regresó a recogerla.
Giuliani dio esa información a un reportero del New York Post, que fue el primero en escribir sobre la laptop, dijo el abogado de Biden en una carta en que solicita una investigación federal.
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