Una cuarta parte de la población de la India, más de 300 millones de personas, sufrieron este lunes de madrugada un apagón que dejó sus hogares a oscuras y sin ventilación en medio de un implacable verano, paralizó cientos de trenes, dejó sin señalización carreteras y causó momentáneamente el caos en hospitales y aeropuertos.
Ante la incapacidad de satisfacer la enorme demanda, la red eléctrica colapsó según dijeron las autoridades del estado de Uttar Pradesh, el más poblado del país, pero el ministro de Energía, Sushilkumar Shinde, aseguró que el servicio sería restaurado en su totalidad en cuestión de horas, aunque a mitad del día sólo había sido restaurado el 60 por ciento.
De acuerdo con Montek Singh Ahluwalia, asesor de planificación económica del gobierno, el apagón podría haber sido originado por una combinación de escasez de carbón y otros problemas en la red de suministro.
Cuando se produjo la interrupción, la temperatura media en Nueva Delhi marcaba los 34 grados centígrados (más de 90 Farenheit), con una sofocante humedad de 89 por ciento lo que hizo más agónica la falla eléctrica para los residentes de la capital.
El metro de Nueva Delhi, que mueve a diario a 1,8 millones de pasajeros, se vio paralizado a la hora pico de la mañana cuando todos van de la casa al trabajo, y allí donde se pudo, algunos trenes quedaron inmovilizados en el norte de la India sólo el tiempo que demoró reemplazar las locomotoras eléctricas por otras de combustible.
Aunque los apagones son frecuentes en el país, y todas las grandes compañías, los edificios de oficinas y hoteles disponen de generadores diésel para lidiar con las interrupciones del servicio eléctrico, éste ha sido uno de los peores apagones en más de una década.
Según expertos, la insuficiente generación eléctrica y una endeble red de ferrocarriles y caminos obstaculizan seriamente los esfuerzos del país por desarrollar más su economía, la tercera en magnitud en Asia.
Ante la incapacidad de satisfacer la enorme demanda, la red eléctrica colapsó según dijeron las autoridades del estado de Uttar Pradesh, el más poblado del país, pero el ministro de Energía, Sushilkumar Shinde, aseguró que el servicio sería restaurado en su totalidad en cuestión de horas, aunque a mitad del día sólo había sido restaurado el 60 por ciento.
De acuerdo con Montek Singh Ahluwalia, asesor de planificación económica del gobierno, el apagón podría haber sido originado por una combinación de escasez de carbón y otros problemas en la red de suministro.
Cuando se produjo la interrupción, la temperatura media en Nueva Delhi marcaba los 34 grados centígrados (más de 90 Farenheit), con una sofocante humedad de 89 por ciento lo que hizo más agónica la falla eléctrica para los residentes de la capital.
El metro de Nueva Delhi, que mueve a diario a 1,8 millones de pasajeros, se vio paralizado a la hora pico de la mañana cuando todos van de la casa al trabajo, y allí donde se pudo, algunos trenes quedaron inmovilizados en el norte de la India sólo el tiempo que demoró reemplazar las locomotoras eléctricas por otras de combustible.
Aunque los apagones son frecuentes en el país, y todas las grandes compañías, los edificios de oficinas y hoteles disponen de generadores diésel para lidiar con las interrupciones del servicio eléctrico, éste ha sido uno de los peores apagones en más de una década.
Según expertos, la insuficiente generación eléctrica y una endeble red de ferrocarriles y caminos obstaculizan seriamente los esfuerzos del país por desarrollar más su economía, la tercera en magnitud en Asia.