El gobernador de Indiana, Mike Pence, dijo no haber esperado la reacción virulenta contra una ley aprobada que insistió es sobre libertad religiosa, pero que ha sido mal interpretada como discriminatoria, agregando que se trabaja una nueva legislación que la “va a clarificar”.
“Esta ley que firmé la semana pasada nunca dio una licencia para discriminar”, aseguró Pence. “La ley no permite a la empresas negar servicios a nadie”, agregó.
Pence aseguró que se ha estado reuniendo con legisladores del estado "las 24 horas" para atender las preocupaciones que la ley va a permitir que las empresas vayan a negar servicios a los gays y las lesbianas.
El gobernador se quejó que la ley ha sido "groseramente tergiversada" y ha puesto al estado de Indiana bajo críticas severas.
“La intención de la ley es dar a las cortes en nuestro estado el más alto nivel de escrutinio en los casos que la gente siente que sus libertades religiosas han sido coartadas por una acción gubernamental”, explicó. Dijo que la ley fue apoyada en su momento por el expresidente Bill Clinton y también por el presidente Barack Obama cuando fue senador.
No obstante, Pence remarcó: “Las intenciones de esta ley han sido puestas en cuestión y vamos a lidiar con esto. La vamos a arreglar y seguiremos adelante… esta misma semana”.
La Ley de Restauración de las Libertades Religiosas que debió haber entrado en efecto el 1 de julio, prohíbe las leyes que “cargan sustancialmente” las libertades religiosas de una persona a menos que el gobierno pueda probar un interés convincente para imponer esa carga.
La ley fue criticada fuertemente por grupos que defienden las causas gay y por algunas corporaciones como Apple Corp., que enviaron una carta a pensé pidiendo que el estado “inmediatamente apruebe una nueva legislación que aclare que ni la Ley de Restauración de las Libertades Religiosas ni ninguna otra justifican la discriminación basada en la orientación sexual o la identidad de género” de una persona.
