Varias consultoras de Estados Unidos señalan que, sin duda, la inflación que hay en el país marca la tendencia a la hora de comprar los artículos escolares para el reinicio de las clases.
Un informe de Deloitte, basado en una encuesta realizada a 1.212 padres de niños en edad escolar, proyecta que el gasto total por niño disminuirá un 10 %, alcanzando los 597 dólares, en comparación con los 661 dólares que se gastaron los padres en 2022. Más de la mitad de los padres que planean gastar menos atribuyen la caída a una "reducción en el ingreso disponible".
El vicepresidente de la consultora, Nick Handrinos, señaló que “con presupuestos ajustados en esta temporada, los precios continuamente altos podrían empañar la emoción de la temporada de regreso a clases para muchas familias", por lo que, a su parecer, “los consumidores probablemente priorizarán dónde gastar dinero, ya que buscarán reponer sus cuentas de ahorro y gastar en experiencias, como vacaciones de verano, en lugar de bienes materiales".
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) disminuyó al 3 % en Estados Unidos en el mes de junio, pero aún queda lejos del 2 % que se había marcado como objetivo la Reserva Federal. Eso hace, en opinión de los economistas, que el consumidor sea mucho más cauteloso y se vuelva más selectivo con el gasto. El aumento de la tasa de interés también ha incidido en el panorama económico ya que el Departamento del Tesoro de EEUU pretende reducir el consumo para que bajen los precios de forma generalizada.
“Hoy las tasas de interés, que aumentaron al 5,5 %, proporcionan lo que es un efecto restringente en lo que es la circulación del efectivo, es decir, del dinero circulante”, asegura el economista Benjamín De Yurre recordando que eso ha tenido un efecto en el “aumento de las tarjetas de crédito y los pagos a plazo”.
“Lo que ellos buscan es que disminuya la demanda y eso puede suceder cuando las personas tienen que pagar más por los productos, por lo que consumen menos porque la gente tiene menos dinero”, agrega al respecto el economista consultado por la Voz de América.
El informe de Deloitte sugiere que los padres gastarán menos en ropa (una disminución del 14 %) y tecnología (una disminución del 13%) en comparación con el año anterior, mientras que se espera que el gasto en útiles escolares aumente casi un 20%. Esto refleja en gran medida lo que las empresas que venden artículos para el regreso a clases han estado diciendo durante los últimos meses.
Las familias con niños en escuelas primarias, secundarias y preparatorias están gastando un promedio de 890 dólares este año en artículos para el regreso a clases, como accesorios, electrónicos y ropa.
El aumento de los útiles escolares
Al mismo tiempo, los precios de los útiles de escritura y suministros han aumentado en promedio un 18,5 % entre agosto de 2022 y junio de 2023. Según datos proporcionados por la firma de análisis de mercado NielsenIQ, el costo de planificadores, carpetas y organizadores aumentó en un promedio del 48,5 % en el mismo período. El precio del "papel y formularios" para la escuela y la oficina ha aumentado un 80 %.
Yadira Gutiérrez, una cubana residente en el condado de Miami-Dade, en Florida, tiene dos hijos y asegura a la VOA que “cada vez es más complicado comprar los útiles” debido a la alta inflación que hay en el país.
Y es que el aumento de los precios no está ayudando en absoluto. Muchos padres, que ya tienen dificultades para llegar a final de mes porque trabajan en economías informales principalmente, se ven obligado a acudir a centros de distribución de material escolar, por lo que esos lugares suponen un alivio para los bolsillos de algunas familias.
“Aquí podemos conseguir de todo, mochilas, lápices, útiles…”, explica Laura Herrera, residente en la ciudad de Hialeah, en Florida, mientras critica que los centros escolares se excedan a la hora de pedir material escolar, conscientes de la problemática que hay con el aumento de los precios.
“Las escuelas piden más y más, y el bolsillo no alcanza para tanto”, sostiene ella.
Ahorrar para el regreso a clases es casi una misión imposible. Sin embargo, algunos expertos en economía doméstica aseguran que si se toman en cuenta ciertas recomendaciones se puede acabar controlando el gasto.
“Si ya tienes otro hijo, por ejemplo, y ha usado cosas similares, se puede reciclar eso, así que se puede hacer de una manera que no parezca que siempre se está empezando de cero. Incluso se puede utilizar material escolar de cursos anteriores”, explica Gabriela Berrospi, fundadora de Latino Wall Street, que se ha convertido en una figura importante en las finanzas para el mercado hispano en Estados Unidos.
También los gobiernos locales y estatales están impulsando programas de ayuda, a través de becas y bolsas económicas, pero no es suficiente. La administración asegura que, debido al alto costo de la vida, hay una gran demanda y cada vez es más difícil ayudar a todos.
“Tenemos a muchas personas, ahora que empieza la escuela, que le hace falta una manita. Ese ahorro de darle una mochila, a veces, refleja 80 dólares para una familia. Pero sabemos que cada vez hay más gente necesitada, especialmente en comunidades como estas”, dice Esteban Bovo, alcalde de la ciudad de Hialeah, donde la mayoría de la población es hispana.
Con todo, la Federación Nacional de Minoristas de Estados Unidos predice que 2023 será la temporada de compras de regreso a clases más cara de la historia. Se espera que el gasto total supere los 135.000 millones de dólares, lo que supondría un aumento de más de 24.000 millones de dólares respecto al año anterior.
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