Con la vieja pero eficaz receta del centro a la cabeza y gol, Inglaterra volverá a jugar una semifinal de la Copa del Mundo después de 28 años.
El equipo de Gareth Southgate, un obsesivo por las jugadas preparadas que ha enriquecido a sus dirigidos con estrategias de la NBA y la NFL de Estados Unidos, le ganó 2-0 a Suecia el sábado por los cuartos de final de la Copa del Mundo en la Arena Samara.
En un tiro de esquina, el defensor Harry Maguire superó en el salto a su marcador Emil Forsberg y metió el cabezazo frontal que le dio la ventaja a los dirigidos por Gareth Southgate a los 30 minutos. Fue el primer gol del zaguero del Leicester City con la casaca de su selección.
Un centro llovido de Jesse Lingard al área le cayó justo a un solitario Dele Alli, que conectó de cabeza al gol a los 59 minutos.
"Sabíamos que las jugadas de pelota parada serían la clave", dijo Maguire. "Ese centro que Jesse le puso a Dele fue genial. Lo trabajamos en el entrenamiento".
Los ingleses, campeones del mundo en 1966, jugarán la semifinal por primera vez desde Italia 1990. El rival se definirá en el cruce entre Rusia y Croacia, que se jugaba más tarde en Sochi.
Si bien en esta ocasión el capitán Harry Kane no anotó -es el máximo artillero del Mundial con seis dianas- los dos goles de sus compañeros permitieron que Inglaterra igualase la marca de 11 tantos convertidos en un campeonato mundial desde 1966, dato que podría ser premonitorio si llegara a jugar la final.
Cinco de los tantos ingleses en Rusia fueron de cabeza, una cosecha única en el certamen.
La mayoría de estos goles se originaron en jugadas de pelota parada, un recurso explotado por todos los equipos del mundo, al que Southgate le sumó trucos de otros deportes, como básquetbol y el fútbol sudamericano.
"Esas jugadas de pelota partido han estado impecables, centro magistrales", destacó Kane. "Estamos encendidos... Sabemos que aún tenemos un partido trascendental por delante".
El conjunto inglés mantuvo las riendas del partido, pero en cuanto Suecia se volvió una amenaza apareció el guardameta Jordan Pickford, héroe en la serie de penales ante Colombia por octavos de final.
El portero de Everton salvó ante un cabezazo de gol del delantero Marcus Berg al inicio del complemento. Y se lució luego ante un disparo a quemarropa de Viktor Claesson.
Pickford estuvo otra vez infranqueable ante una media vuelta de Berg en el último tramo del partido.
Suecia se quedó a la orilla de su primera semifinal en Mundial desde 1994, cuando perdió 1-0 ante Brasil en Pasadena.