Es el momento de cumplir promesas, y pese a que no se trata de una solución a mediano o largo plazo, el presidente Barack Obama pretende presionar al Congreso para lograr una Reforma Inmigratoria.
Bajo ese concepto, el experto en temas inmigratorios David Hernández, miembro del Centro Nacional para Leyes en Inmigración, anticipó en entrevista con la Voz de América que este paso del mandatario estadounidense le está poniendo atención a uno de los problemas más difíciles para los inmigrantes sin papeles, la deportación.
“Necesitamos algo que le dé un alivio a los indocumentados, es cierto que es una especie de parche temporal, pero de todas formas será algo para brindar tranquilidad a las familias, en su mayoría hispanas”, sostuvo Hernández.
“La respuesta a la falta de una legislación coherente e inclusiva tiene que empezar por algo y, de esta manera el presidente está cumpliendo con su promesa hecha desde su primera campaña en 2008”, afirma el experto.
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Más allá del anuncio presidencial, organizaciones como Centro Nacional para Leyes en Inmigración, se preparan para asistir a los inmigrantes indocumentados con la interpretación correcta de la orden ejecutiva.
“Es una nueva norma y va a enfrentar problemas y es por ello que debemos ser muy cautelosos para que su alcance sea, en la medida de lo posible, en una amplia escala”, afirma Hernández.
En tanto, legisladores republicanos en el Congreso continúan advirtiendo al mandatario que la acción que tomará perjudicará el avance del tratamiento de una ley de reforma inmigratoria integral.
El senador republicano por Texas, John Cornyn, afirmó que "una de las partes más tristes acerca de lo que el presidente hará es la contaminación de la base de confianza sobre la que deben hacerse los esfuerzos para encontrar una solución sólida y permanente para este problema", dijo.