La hermosa apariencia del jardín delantero de la Casa Blanca se encuentra comprometida.
Decenas de inmigrantes y líderes de organizaciones en pro de los derechos de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, se tomaron el frente de la residencia presidencial como medida de presión para exigir al gobierno del presidente Barack Obama que detenga las deportaciones y promueva la reforma inmigratoria.
El grupo llegó desde Phoenix, Arizona, acompañado además de víctimas directas de las deportaciones, con el objetivo de exponer al gobierno las consecuencias que trae la separación de familias en las comunidades de Arizona.
José Valdez, Naira Zapata y sus hijos, así como miembros de la Coalición Dream Action (NDLON), aseguran que permanecerán frente a la Casa Blanca de forma indefinida hasta lograr hablar directamente con el presidente Obama, y que se ordene la libertad a sus familiares detenidos en Arizona, por no tener documentos legales.
Por su parte, el congresista Luis Gutiérrez insistió en la Cámara de Representantes en que el tiempo se acaba para aprobar a una reforma de inmigración, y aseguró que este miércoles pedirá al gobierno detener las deportaciones injustas.
“El Caucus Hispano del Congreso tendrá una reunión especial con el secretario de Seguridad Interna Jeh Johnson. Vamos a hacerle entrega de un memorándum que establece varias opciones que el gobierno de Obama tiene bajo la ley actual para proteger a más inmigrantes de la deportación por medio del programa de Acción Diferida”, dijo Gutiérrez.
El legislador se refirió a una carta de 1999 firmada por 28 republicanos y demócratas, que confirma la habilidad legal del presidente en el ejercicio para proteger a los inmigrantes, sin delitos criminales, de la deportación.
Decenas de inmigrantes y líderes de organizaciones en pro de los derechos de los inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, se tomaron el frente de la residencia presidencial como medida de presión para exigir al gobierno del presidente Barack Obama que detenga las deportaciones y promueva la reforma inmigratoria.
El grupo llegó desde Phoenix, Arizona, acompañado además de víctimas directas de las deportaciones, con el objetivo de exponer al gobierno las consecuencias que trae la separación de familias en las comunidades de Arizona.
José Valdez, Naira Zapata y sus hijos, así como miembros de la Coalición Dream Action (NDLON), aseguran que permanecerán frente a la Casa Blanca de forma indefinida hasta lograr hablar directamente con el presidente Obama, y que se ordene la libertad a sus familiares detenidos en Arizona, por no tener documentos legales.
Por su parte, el congresista Luis Gutiérrez insistió en la Cámara de Representantes en que el tiempo se acaba para aprobar a una reforma de inmigración, y aseguró que este miércoles pedirá al gobierno detener las deportaciones injustas.
“El Caucus Hispano del Congreso tendrá una reunión especial con el secretario de Seguridad Interna Jeh Johnson. Vamos a hacerle entrega de un memorándum que establece varias opciones que el gobierno de Obama tiene bajo la ley actual para proteger a más inmigrantes de la deportación por medio del programa de Acción Diferida”, dijo Gutiérrez.
El legislador se refirió a una carta de 1999 firmada por 28 republicanos y demócratas, que confirma la habilidad legal del presidente en el ejercicio para proteger a los inmigrantes, sin delitos criminales, de la deportación.