Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Turquía y estados del Golfo Pérsico reconocieron políticamente a la oposición siria que lucha contra el régimen del presidente Bashar al-Assad, aunque aún no se comprometieron a brindar armas a las unidades rebeldes.
El anuncio realizado este miércoles refleja un consenso cada vez mayor entre las grandes potencias, que podría indicar que la guerra civil en Siria está llegando a su punto decisivo.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo en una entrevista con Barbara Walters de la cadena ABC, que su gobierno ha tomado la decisión de que “la coalición opositora en Siria es ahora lo suficientemente inclusiva, y refleja y representa lo suficiente al pueblo sirio como para que los consideremos con sus representes legítimos”.
De la misma manera, el grupo "Amigos de Siria" reunidos en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, pidió a Assad que "se haga a un lado" y le advirtió contra el uso de armas químicas.
"Bashar al-Assad ha perdido legitimidad y debería hacerse a un lado para permitir un proceso de transición política sostenible", dijo el texto del borrador de declaración que se discute en Marruecos.
Assad, cuya familia ha gobernado Siria en los últimos 42 años, es apoyado por Rusia, China e Irán, que han bloqueado los esfuerzos por incrementar la presión internacional sobre él.
Aunque el texto no se compromete explícitamente a proveer armas a los rebeldes, un diplomático cercano a las conversaciones dijo que los participantes estaban de acuerdo en "la legítima necesidad del pueblo sirio de defenderse contra el violento y brutal régimen de Bashar al-Assad".
El temor de las potencias en armar a los rebeldes estriba en la presencia e influencia cada vez mayores de grupos extremistas musulmanes relacionados con al-Qaeda en Iraq.
Está previsto que funcionarios occidentales se reúnan con la cúpula del recientemente formado comando militar rebelde en Turquía la próxima semana.
El anuncio realizado este miércoles refleja un consenso cada vez mayor entre las grandes potencias, que podría indicar que la guerra civil en Siria está llegando a su punto decisivo.
El presidente estadounidense Barack Obama dijo en una entrevista con Barbara Walters de la cadena ABC, que su gobierno ha tomado la decisión de que “la coalición opositora en Siria es ahora lo suficientemente inclusiva, y refleja y representa lo suficiente al pueblo sirio como para que los consideremos con sus representes legítimos”.
De la misma manera, el grupo "Amigos de Siria" reunidos en la ciudad de Marrakech, en Marruecos, pidió a Assad que "se haga a un lado" y le advirtió contra el uso de armas químicas.
"Bashar al-Assad ha perdido legitimidad y debería hacerse a un lado para permitir un proceso de transición política sostenible", dijo el texto del borrador de declaración que se discute en Marruecos.
Assad, cuya familia ha gobernado Siria en los últimos 42 años, es apoyado por Rusia, China e Irán, que han bloqueado los esfuerzos por incrementar la presión internacional sobre él.
Aunque el texto no se compromete explícitamente a proveer armas a los rebeldes, un diplomático cercano a las conversaciones dijo que los participantes estaban de acuerdo en "la legítima necesidad del pueblo sirio de defenderse contra el violento y brutal régimen de Bashar al-Assad".
El temor de las potencias en armar a los rebeldes estriba en la presencia e influencia cada vez mayores de grupos extremistas musulmanes relacionados con al-Qaeda en Iraq.
Está previsto que funcionarios occidentales se reúnan con la cúpula del recientemente formado comando militar rebelde en Turquía la próxima semana.
