El accidente del avión Air France que se estrelló en el océano cuando volaba desde Río de Janeiro a París, en el año 2009 fue provocado por una combinación de acontecimientos, entre ellas por el congelamiento de los sensores de velocidad que hizo que los pilotos se confundieran y por el estrés de los pilotos, que no supieron manejar la situación.
El avión perdió altura durante cuatro minutos en la oscuridad y los pilotos no reaccionaron a las repetidas alarmas, según las grabaciones del vuelo recuperadas dos años después del accidente.
"Este accidente es el resultado de un avión fuera de su ambiente de operaciones habitual con una tripulación que no entendió la situación", dijo el director de BEA, Jean-Paul Troadec.
Según un comunicado de prensa de Airbus, “tomará todas las medidas que permitan contribuir a ese esfuerzo colectivo a favor de la optimización de la seguridad aérea".
Agregando que," han empezado ya a trabajar a nivel industrial a fin de reforzar las exigencias relativas a la resistencia de sus sondas Pitot (sensores de velocidad)”
En el accidente murieron 228 personas.
El avión perdió altura durante cuatro minutos en la oscuridad y los pilotos no reaccionaron a las repetidas alarmas, según las grabaciones del vuelo recuperadas dos años después del accidente.
"Este accidente es el resultado de un avión fuera de su ambiente de operaciones habitual con una tripulación que no entendió la situación", dijo el director de BEA, Jean-Paul Troadec.
Según un comunicado de prensa de Airbus, “tomará todas las medidas que permitan contribuir a ese esfuerzo colectivo a favor de la optimización de la seguridad aérea".
Agregando que," han empezado ya a trabajar a nivel industrial a fin de reforzar las exigencias relativas a la resistencia de sus sondas Pitot (sensores de velocidad)”
En el accidente murieron 228 personas.
