El Departamento de Educación de Estados Unidos dio a conocer una lista de 55 universidades que son investigadas por la manera en que han manejado las acusaciones de abusos sexuales entre estudiantes.
Si bien ninguna de las universidades ha sido encontrada culpable de nada, las autoridades tomaron la decisión sin precedente de publicar la lista. Remarcaron que investigan denuncias y no hacen juicios.
Entre los centros investigados están las universidades estatales de Ohio, California en Berkeley y Arizona, otras privadas como la Universidad Knox en Illinois, la Universidad Swarthmore en Pennsylvania y la Universidad Católica en el Distrito de Columbia. Universidades de la llamada Ivy League, como Harvard, Princeton y Dartmouth, también están en la lista.
Entre lo poco que se sabe –puesto que las universidades investigadas no han querido dar mucha información—se investiga por ejemplo el caso de manejo inadecuado sobre un jugador de fútbol americano de la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
La investigación comenzó después de que las autoridades federales recibieron quejas relacionadas con la expulsión de Brendan Gibbons, un expateador, quien fue acusado de mala conducta sexual. La universidad no logró explicar, por ejemplo, la demora de un año entre el presunto incidente y la expulsión.
Las escuelas a menudo se ven presionadas a actuar como si fueran una corte, puesto que atienden quejas hasta de crímenes cometidos dentro de sus campus, pero a diferencia de las cortes, las universidades no tienen poderes para hacer cumplir la ley ni de requerir la entrega de evidencia o llamar testigos, por ejemplo.
Aun así, muchas de las víctimas en colegios y universidades no acuden al sistema criminal de justicia por creer que el proceso las perjudicaría y estigmatizaría aún más.
Si bien ninguna de las universidades ha sido encontrada culpable de nada, las autoridades tomaron la decisión sin precedente de publicar la lista. Remarcaron que investigan denuncias y no hacen juicios.
Entre los centros investigados están las universidades estatales de Ohio, California en Berkeley y Arizona, otras privadas como la Universidad Knox en Illinois, la Universidad Swarthmore en Pennsylvania y la Universidad Católica en el Distrito de Columbia. Universidades de la llamada Ivy League, como Harvard, Princeton y Dartmouth, también están en la lista.
Entre lo poco que se sabe –puesto que las universidades investigadas no han querido dar mucha información—se investiga por ejemplo el caso de manejo inadecuado sobre un jugador de fútbol americano de la Universidad de Michigan en Ann Arbor.
La investigación comenzó después de que las autoridades federales recibieron quejas relacionadas con la expulsión de Brendan Gibbons, un expateador, quien fue acusado de mala conducta sexual. La universidad no logró explicar, por ejemplo, la demora de un año entre el presunto incidente y la expulsión.
Las escuelas a menudo se ven presionadas a actuar como si fueran una corte, puesto que atienden quejas hasta de crímenes cometidos dentro de sus campus, pero a diferencia de las cortes, las universidades no tienen poderes para hacer cumplir la ley ni de requerir la entrega de evidencia o llamar testigos, por ejemplo.
Aun así, muchas de las víctimas en colegios y universidades no acuden al sistema criminal de justicia por creer que el proceso las perjudicaría y estigmatizaría aún más.