Si alguna vez hubo dudas de que el iPhone 6 no tendría éxito, estás fueron despejadas al anunciarse que la empresa de Cupertino vendió 74,5 millones de iPhones durante el trimestre que terminó el 31 de diciembre.
El éxito de los nuevos aparatos se tradujo en una ganancia total de $74.600 millones de dólares en el año para Apple, un 30 por ciento más que en 2013.
El jefe financiero de la compañía, Luca Maestri, dijo que los resultados fueron “muy increíbles”, agregando que tienen buenas expectativas sobre este trimestre que termina en marzo.
Las pantallas más grandes en los iPhone 6 y 6 Plus contribuyeron a la popularidad del nuevo teléfono, algo a lo que se había resistido Apple y que había introducido Samsung.
La única consecuencia es que la compañía vendió solo 21,4 millones de iPads, un 22% menos que el año anterior, pero las ventas de las computadoras Mac aumentaron un 9%.
No obstante, a los analistas les preocupa que la fortaleza de Apple pueda convertirse en su mayor debilidad. La mayor parte de sus ganancias, dos tercios de ellas, dependen del iPhone y un nuevo teléfono de la competencia o un nuevo invento, podría dejar tambaleando a la compañía.
Maestri desestimó esas preocupaciones, asegurando a la agencia AP que los nuevos relojes inteligentes, el sistema de pago móvil y una nueva alianza con IBM para impulsar las ventas de los iPads futuros deberían contribuir al portafolio de la compañía.
