Las fuerzas iraquíes ganaron más terreno el lunes en su lucha para recuperar la ciudad antigua de Mosul, dijo un portavoz militar, en momentos en que la ofensiva apoyada por Estados Unidos para expulsar a Estado Islámico de su capital de facto ingresaba a su séptimo mes.
Un corresponsal de Reuters vio un denso humo negro elevándose sobre la ciudad antigua, cerca de la gran mezquita de al-Nuri, desde donde el líder de Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró la creación de un "califato" sobre extensas áreas de Siria e Irak que el grupo extremista tenía bajo su control.
Desde los vecindarios contiguos a la ciudad antigua, cruzando el río Tigris, podían escucharse el fuego de morteros y tiroteos.
Los combates entre los militantes de Estado Islámico y las fuerzas armadas están costando la vida a cientos de miles de civiles atrapados en la ciudad y hay reportes de que numerosos niños desnutridos son llevados a hospitales de las zonas controladas por el Gobierno.
Las fuerzas de la policía federal están "involucradas en difíciles enfrentamientos con los combatientes de Estado Islámico que se producen casa por casa en la ciudad antigua", dijo un portavoz de los efectivos a Reuters.
Otro portavoz de la policía dijo que las tropas iraquíes se están acercando nuevamente a la mezquita al-Nuri, aunque no indicó la distancia a la que se encontraban del lugar.
El progreso de las fuerzas iraquíes ha sido lento, puesto que alrededor de 400.000 civiles, o cerca de un cuarto de la población que tenía Mosul antes de la guerra, están atrapados y se encuentran bajo el control de los militantes