La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), perteneciente a las Naciones Unidas, divulgó este jueves 30 de agosto en un informe que Irán duplicó su capacidad en la producción de uranio enriquecido, ignorando las sanciones internacionales respecto al uso de la energía atómica.
El país persa instaló, según el informe, 2.000 centrifugadoras el pasado 18 de agosto en Fordo, una zona con instalaciones subterráneas que en el mes de mayo disponía de un millar de estos aparatos y que podría llegar a albergar 3.000.
700 de éstas, según la AIEA, ya están activas, aunque el organismo nuclear de la ONU aclaró que las centrifugadoras recién instaladas todavía no se encuentran operativas.
Se trata de un incremento mucho más alto de lo esperado por la diplomacia, que aguardaba el aumento de otras 350 centrifugadoras.
En su informe, la AIEA especifica que Irán también incrementó su producción de uranio enriquecido en un 5% respecto al mes de mayo, produciendo 6.876 kilogramos en total, 679 más que en el último conteo.
El organismo, además, expresa su preocupación por una polémica ubicación militar dedicada a la producción de uranio: Parchin, al sur de la capital, donde se están investigando presuntas actividades nucleares, para lo que ya se han demolido cinco edificios y retirado cables de electricidad, barreras y caminos pavimentados.
"Se han realizado significativos trabajos de despeje y remodelación sobre una extensa zona dentro y alrededor del complejo”, informó. Irán, por su parte, afirma que la zona de Parchin siempre se ha dedicado a actividades militares convencionales.
El país niega estar desarrollando tecnología para la fabricación de armas nucleares, alegando que su programa nuclear tiene objetivos “pacíficos”, entre los que se encontraría el desarrollo de investigaciones médicas para las que necesita el material.
Sin embargo, los países occidentales e Israel sospechan que Teherán utiliza el argumento del uso civil para fabricar, bajo esta tapadera, armas nucleares, que se pueden elaborar con uranio purificado al 90%. En estos momentos, Irán ha llegado a purificar este material atómico en un 20%.
El país persa instaló, según el informe, 2.000 centrifugadoras el pasado 18 de agosto en Fordo, una zona con instalaciones subterráneas que en el mes de mayo disponía de un millar de estos aparatos y que podría llegar a albergar 3.000.
700 de éstas, según la AIEA, ya están activas, aunque el organismo nuclear de la ONU aclaró que las centrifugadoras recién instaladas todavía no se encuentran operativas.
Se trata de un incremento mucho más alto de lo esperado por la diplomacia, que aguardaba el aumento de otras 350 centrifugadoras.
En su informe, la AIEA especifica que Irán también incrementó su producción de uranio enriquecido en un 5% respecto al mes de mayo, produciendo 6.876 kilogramos en total, 679 más que en el último conteo.
El organismo, además, expresa su preocupación por una polémica ubicación militar dedicada a la producción de uranio: Parchin, al sur de la capital, donde se están investigando presuntas actividades nucleares, para lo que ya se han demolido cinco edificios y retirado cables de electricidad, barreras y caminos pavimentados.
"Se han realizado significativos trabajos de despeje y remodelación sobre una extensa zona dentro y alrededor del complejo”, informó. Irán, por su parte, afirma que la zona de Parchin siempre se ha dedicado a actividades militares convencionales.
El país niega estar desarrollando tecnología para la fabricación de armas nucleares, alegando que su programa nuclear tiene objetivos “pacíficos”, entre los que se encontraría el desarrollo de investigaciones médicas para las que necesita el material.
Sin embargo, los países occidentales e Israel sospechan que Teherán utiliza el argumento del uso civil para fabricar, bajo esta tapadera, armas nucleares, que se pueden elaborar con uranio purificado al 90%. En estos momentos, Irán ha llegado a purificar este material atómico en un 20%.