El gobierno de Irán se disculpó por la detención de un diplomático español en Teherán, después de que Madrid valorase la posibilidad de llamar a consultas a su embajador en el país árabe.
El cónsul español en Teherán, Ignacio Pérez Cambra, fue detenido el lunes 14 de febrero mientras se dirigía en su vehículo a la embajada y fue trasladado a una comisaría de la policía local, donde permaneció retenido cuatro horas.
Poco antes, Pérez Cambra había estado en la calle junto al embajador español viendo las manifestaciones convocadas por la oposición iraní.
El ministro de Asuntos Exteriores de Irán, Ali Akbar Salehi, telefoneó a la canciller española, Trinidad Jiménez, para excusarse por lo ocurrido.
"Me pidió disculpas", dijo Jiménez en rueda de prensa. "Al mismo tiempo me informaba que se había abierto una investigación para depurar responsabilidades y asegurarse que nunca jamás vuelva a repetirse una situación de estas características".
La disculpa de Teherán se produce después de que España evaluó la llamada a consultas de su embajador en Irán. Además, varios países de la Unión Europea, como Francia, se quejaron ante Teherán por el trato dispensado a España.
La llamada a consultas es una herramienta de protesta diplomática y equivale a una retirada temporal del embajador. El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero sólo ha utilizado esta fórmula tras el golpe de estado de 2009 en Honduras.