Italia continuaba este lunes una masiva operación de búsqueda y rescate en el mar Mediterráneo luego que una embarcación con cientos de migrantes se volcó frente a la costa de Libia.
Al mismo tiempo las autoridades rescataban a migrantes sirios en otro barco frente a las costas de Sicilia. En esa embarcación, 33 niños viajaban entre 98 migrantes sirios cuyo barco zarpó de Turquía en un peligroso viaje hacia Europa.
Pero la mayor actividad se concentraba en la búsqueda de la embarcación que volcó en la medianoche de sábado para domingo con unos 700 migrantes -–950 según un superviviente-– que intentaban llegar a la costa Europea frente a las costas de Libia.
Los guardacostas italianos recibieron una llamada de socorro en la que les avisaron de que el barco en el que viajaban se encontraba en peligro.
Pero, ante la imposibilidad de llegar a tiempo, el Centro Nacional de Socorro de la Guardia Costera italiana pidió al barco mercante portugués "King Jacob", que navegaba en las cercanías, que se desviara hasta el lugar del suceso.
Cuando este buque se aproximaba a la embarcación, los inmigrantes "se colocaron todos en el mismo lado de la nave y provocaron su hundimiento", según ACNUR.
A la noche del domingo, las autoridades dijeron que 28 personas habían sido rescatadas a unos 200 kilómetros al sur de la isla italiana de Lamepedusa, y otros 24 cadáveres habían sido recuperados, pero cientos están desaparecidos en lo que podría convertirse en el peor desastre de migrantes en las costas mediterráneas.
"Lo cierto es que habrá cientos de víctimas y muchas de ellas jamás serán encontradas", dijo Carlotta Sami, una portavoz del Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas. "La investigación continúa, pero, por desgracia, no se han encontrado más supervivientes", añadió.
"En el barco íbamos 950 inmigrantes, muchos encerrados en la bodega", dijo uno de los supervivientes nacido en Bangladesh a su llegada a Catania (Sicilia), donde fue trasladado tras el hundimiento del barco.
Líderes europeos pidieron una acción inmediata para resolver la crisis migratoria cuando miles de personas de África y el Medio Oriente intentan escapar de la pobreza, las guerras y los conflictos políticos, a bordo de botes inseguros y sobrecargados en los que cruzan el mar Mediterráneo, a menudo hacia el norte de Italia.
En su mensaje semanal a miles de personas en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco hizo un llamado a la comunidad internacional para prevenir mas desastres como este.
“Son hombres y mujeres como nosotros”, dijo el pontífice. “Hermanos que buscan una mejor vida, hambrientos, perseguidos, explotados, las víctimas de la guerra. Buscan la felicidad. Los invito a orar en silencio, todos juntos, por estos hermanos y hermanas”.