La secretaria de Estado adjunta para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, invitó a la delegación cubana a Washington para la próxima ronda de conversaciones.
Al finalizar el viaje, Jacobson dijo que la posible apertura de una embajada en La Habana tomaría "meses" y que las conversaciones históricas entre Estados Unidos y Cuba fueron "positivas", en el sentido que ambos gobierno pusieron toda la lista de temas que les preocupan sobre la mesa.
Jacobson solicitó un acceso pleno de los cubanos a la futura embajada estadounidense y la completa libertad de movimiento para el personal diplomático de EE.UU. en la isla.
Ante las críticas de algunos algunos congresistas estadounidenses sobre el acercamiento de Washington a La Habana, Jacobson dijo que es "perfectamente entendible que haya críticas", y que de tener éxito las conversaciones y el establecimiento de una embajada, el Congreso tiene la tarea de aprobar a quien el presidente escoja como próximo embajador en La Habana.
Jacobson también señaló que la fecha de la próxima ronda de conversaciones se determinará a la brevedad.
Reunión con disidentes
En un desayuno de trabajo, Jacobson se reunió este con algunos disidentes cubanos, , entre ellos José Daniel Ferrer, Elizardo Sánchez, Héctor Maseda, Guillermo Fariñas, Marta Beatriz Roque, Antonio González-Rodiles y Miriam Leiva.
La reunión tuvo lugar en la residencia del jefe de Misión en la Sección de Intereses en La Habana, Jeffrey DeLaurentis.
La gran ausente fue la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, que dijo no haber asistido porque "no hubo balance en los participantes en cuanto a diversidad de opiniones" sobre la nueva política estadounidense hacia Cuba, anunciada en diciembre.
Miriam Leiva, que sí asistió, es una de las fundadoras de Damas de Blanco.
Según Jacobson, en el encuentro hubo una "diversidad de opiniones" respecto de la nueva era de relaciones EE.UU.-Cuba.
Roberta Jacobson aprovechó para además visitar el diario 14 y medio, donde conversó con la bloguera y fundadora Yoani Sánchez.
Como parte de su viaje, la diplomática se reunió con el cardenal cubano, Jaime Ortega, un importante interlocutor entre el Vaticano, Cuba y Estados Unidos.
Los disidentes cubanos no han ocultado su desazón por el cambio de política de Estados Unidos, que piensa podría favorecer al régimen de Raúl Castro.