Jeb Bush decidió impulsar su campaña por la nominación presidencial viajando a través de Florida el lunes, con un nuevo eslogan que lo presenta como el único republicano que puede arreglar lo que está mal en Washingotn: “Jeb puede arreglarlo”.
“Esto no es sobre grandes personalidades en el escnario. No se trata de hablar. Se trarta de hacer” dijo a sus partidarios el dos veces gobernador de Florida en Jacksonville, la última de tres escalas del día.
Sus comentarios, reiterados anteriormente en Tampa y Orlando, fueron claros golpes a rivales como Donald Trump y Marco Rubio, y un reconocimiento de su pobre desempeño en el debate de la semana pasada en Colorado.
Aun en su estado de Florida, Bush tiene una cuesta que subir. La encuestas a nivel estatal muestran a Trump encabezando la contienda por la nominación republicana, con Carson y Rubio adelante de Bush.
Rodeado de amigos y excolegas Bush pronunció un discurso en Tampa, el lunes, que equivalió a una redeclaración de su candidatura, sin cambiar su mensaje o alterar significativamente su estrategia de campaña.