Un día como hoy, hace 50 años, el 25 de mayo de 1961, el presidente estadounidense John F. Kennedy lanzó un gran desafío que cambió el mundo, enviar un hombre a la Luna, traerlo de regreso y hacerlo antes del fin de la década.
“Creo que esta nación debe comprometerse consigo misma a lograr la meta -antes de que termine esta década- de llevar un hombre a la Luna y retornarlo en forma segura a la Tierra”, dijo Kennedy en ese momento, ante el asombro de la prensa y de los estadounidenses en general.
Ocho años después, el sueño de Kennedy se realizó con la llegada del astronauta estadounidense Neil Armstrong al pequeño planeta luminario. El entonces mandatario, asesinado en 1963, no no estuvo para verlo.
La frase pronunciada por Armstrong en 1969, al pisar la Luna, es una de las más perdurables en el tiempo: “Un pequeño paso para el hombre, un salto gigante para la humanidad”.
Previamente, en 1957, la Unión Soviética había lanzado el Sputnik, el primer satélite artificial puesto en órbita alrededor de la Tierra, y un mes antes del discurso de Kennedy en 1961, los soviéticos celebraban otro triunfo tecnológico.
En abril de 1961, los soviéticos enviaron el primero hombre al espacio, Yuri Gagarin.