La carrera del artista de la plástica Josué Benjamín Figueroa ha estado llena de grandes logros pese a su corta edad. El venezolano, de 15 años, terminó recientemente una escultura de seis metros de altura en el estado Carabobo, con la que busca alcanzar un Récord Guinness con la estructura más alta del mundo para un creador adolescente.
Se trata de una recreación de la figura del escritor, teólogo y filósofo cristiano San Agustín de Hipona (354- 430). Es considerado el “Doctor de la Gracia”, el máximo pensador del cristianismo del primer milenio y uno de los más grandes genios de la humanidad.
La idea de elaborar la escultura surgió cuando Figueroa transitaba por la zona de Guacara, en el propio estado venezolano de Carabobo, y observó un espacio amplio donde imaginó que podría situar la obra.
“Había un lugar súper majestuoso para colocar una escultura en una piedra que estaba justamente en la entrada de la ciudad y resulta que en muchas ciudades del país se adoptan (y veneran) distintos patrones. El patrono de esa ciudad es San Agustín de Hipona. Me puse a investigar y bueno me di cuenta que San Agustín es uno de los precursores del cristianismo, un teólogo importante de la historia, así que decidí que la escultura sería de este emblemático personaje”, contó en entrevista a la Voz de América.
El proceso de creación de la escultura de San Agustín de Hipona tardó unos tres meses en total. Figueroa detalló que contó con la ayuda de su equipo para montar las toneladas de arcilla y darle forma a la escultura antes de forjarla en un material más sólido.
Ahora, con su escultura terminada, el siguiente paso para él es que representantes del Libro Guinness de los Récords logren certificar su obra como la escultura más alta del mundo (seis metros) hecha por un artista de 15 años de edad. Para ello, Josué Benjamín Figueroa ha emprendido una campaña para dar a conocer su reciente trabajo.
Aunque aún desconoce si recibirá la certificación del Récord Guinness, el venezolano asegura que esta escultura de San Agustín de Hipona es la que más lo ha marcado en sus 11 años de carrera debido a sus magnitudes. “Es mi primer monumento de ese tamaño y más allá de eso, está todo lo que nos enseñó y todas las investigaciones de San Agustín de Hipona, que es una de las historias más importantes de redención”, agregó.
De muñecos de plastilina a las esculturas de 6 metros
En Venezuela el nombre de Josué Benjamín es ampliamente conocido, pues el joven - quien se inició el mundo de la escultura a los cuatro años- ha utilizado las redes sociales para promover su trabajo desde hace varios años, cuando comenzó esculpiendo muñequitos de plastilina. El primero de ellos fue Mario, el famoso fontanero de Nintendo.
A esto le siguió una gran cantidad de estas figuras, inspiradas en personajes de películas como Batman, Thor, Pantera Negra, pero también de personalidades del mundo del deporte como la atleta venezolana Yulimar Rojas y el astro portugués del fútbol Cristiano Ronaldo.
A los siete años, Figueroa decidió empezar a trabajar con arcilla, lo que llevó su trabajo a un siguiente nivel.
Eso, sumado a la exposición de sus obras en redes sociales, lo ha llevado a alcanzar grandes logros a su corta edad, como tener su propio programa en la televisora Nickelodeon llamado El taller de Josué, y su propia galería de arte: la Galería Josué Benjamín, ubicada en el este de Caracas.
Actualmente, Josué Benjamín Figueroa tiene una comunidad en Instagram de 1,3 millones de seguidores.
Pese a su ascendente carrera, el joven no ha dejado a un lado sus estudios, los que alterna con su labor artística.
La internacionalización, su siguiente meta
El escultor venezolano es consciente de que ha logrado grandes cosas a su corta edad, pero eso no es impedimento para que siga soñando y trabajando en nuevas metas. Próximamente, Figueroa adelantó que tendrá sus primeras exposiciones en Alemania y España, donde exhibirá un total de 40 de sus piezas. Este paso es el inicio de su internacionalización, una aspiración que espera volver realidad muy pronto.
“A mí me encanta crear monumentos, esculturas de magnitudes gigantes y de tamaño real. Ahorita estoy desarrollando mi propia técnica que consiste en cuánto más lejos miras la escultura puedes visualizar mejor la forma que tiene y cuánto más cerca estás más abstracto parece”, detalla.
Su madre, Elena Torres de Figueroa es su más grande admiradora y lo ha apoyado en cada meta que se ha propuesto como escultura. Aseguró a la VOA que se siente muy orgullosa y que es consciente de la responsabilidad que tiene de apoyar a su hijo en el camino profesional que decidió emprender.
“Como madre es un orgullo muy grande ver a tu hijo alcanzar sus metas y sueños. También es una responsabilidad apoyarlo y llevarlo de la mano en todos sus proyectos, pero bueno, es una alegría muy grande, una satisfacción y un orgullo”, expresó.
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