Dos papas que revolucionaron la historia de la Iglesia católica, Juan Pablo II, el papa viajero, y Juan XXIII ,que desencadenó cambios profundos en la iglesia a partir del Concilio Vaticano II, serán declarados santos el 27 de abril del próximo año.
El que dos papas sean canonizados el mismo día –el primer domingo después de Semana Santa y día de la Divina Misericordia—parece tener la intención de complacer a sus admiradores y apaciguar a sus detractores. De hecho, las ideas de Juan XXIII y Juan Pablo II a veces fueron encontradas. Pero la decisión es también muy al estilo de Francisco.
El Concilio Vaticano II permitió, entre otras cosas, el desarrollo de la Teoría de la Liberación y su “opción preferencial por los pobres” que luego promovieron los curas progresistas –notablemente la orden jesuita a la que pertenece Francisco—en América Latina y otros lugares.
El papa Juan Pablo, mucho más conservador, fue un fiero combatiente de esa teología e incluso intervino a la Compañía de Jesús para detener su avance.
El anuncio fue hecho por otro papa Francisco, quien ha sido visto orando ante la tumba de ambos, como una indicación de su admiración personal por ellos.
A Juan Pablo le ha sido atribuido un milagro, mientras que el Vaticano decidió que Juan XXIII no necesitaba ninguno para ser canonizado.
El que dos papas sean canonizados el mismo día –el primer domingo después de Semana Santa y día de la Divina Misericordia—parece tener la intención de complacer a sus admiradores y apaciguar a sus detractores. De hecho, las ideas de Juan XXIII y Juan Pablo II a veces fueron encontradas. Pero la decisión es también muy al estilo de Francisco.
El Concilio Vaticano II permitió, entre otras cosas, el desarrollo de la Teoría de la Liberación y su “opción preferencial por los pobres” que luego promovieron los curas progresistas –notablemente la orden jesuita a la que pertenece Francisco—en América Latina y otros lugares.
El papa Juan Pablo, mucho más conservador, fue un fiero combatiente de esa teología e incluso intervino a la Compañía de Jesús para detener su avance.
El anuncio fue hecho por otro papa Francisco, quien ha sido visto orando ante la tumba de ambos, como una indicación de su admiración personal por ellos.
A Juan Pablo le ha sido atribuido un milagro, mientras que el Vaticano decidió que Juan XXIII no necesitaba ninguno para ser canonizado.