La ejecución del salvadoreño Alfredo Prieto programada para este jueves en Virginia ha quedado en suspenso luego que un juez federal ordenara analizar si la inyección letal que se va a usar va a causar al reo un sufrimiento innecesario.
El juez ha convocado a una audiencia a las 2:00 de la tarde para que las partes presenten evidencias, por lo que la ejecución programada para las 9:00 de la noche aun podría llevarse a cabo si decide que la inyección es la apropiada.
Queda pendiente lo que vaya a decir la Corte Suprema de Justicia –último recurso para detener la ejecución– que todavía no se ha manifestado.
El centro Correcional de Greensville donde debe ser ejecutado Prieto dijo que estaría preparado para llevar a cabo la ejecución la noche del jueves si no hay una orden de la corte que lo impida.
La defensa de Prieto alega que la primera de tres drogas que se piensa usar en la ejecución, el fenobarbital, puede ser volátil si no se mezcla o se mantiene bien, lo cual puede resultar en sufrimiento excesivo como sucedió en ejecuciones en Oklahoma, Texas y Dakota del Sur recientemente.
El fabricante de la segunda droga, el bromuro rocuronium, demandó que Virginia regrese el producto luego de enterarse para qué sería usado.
El fenobarbital hace perder la conciencia, el bromuro hace que el reo deje de respirar y la tercera droga, el cloruro de potasio, hace que el corazón deje de latir.
Prieto ha sido relacionado en cuatro asesinatos cometidos en Viriginia y otros cinco en California, pero fue condenado a muerte en 2010 por dos de ellos: el asesinato de Rachael Raver, una estudiante de la Universidad George Washignton y de su novio, Warren Fulton. Ese hecho sucedió en 1988.
