Una jueza de ejecución de penas de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá concedió este lunes la libertad condicionada por cuatro años al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, quien fue deportado hace casi una semana a Colombia, tras cumplir una condena por narcotráfico en Estados Unidos.
“Al encontrarse satisfechos los dos únicos presupuestos, se le concede al postulado condenado Salvatore Mancuso Gómez la libertad a prueba por un período de cuatro años”, señaló la jueza, del caso, Luz Marina Zamora, en una audiencia definitiva en la que se decidió la libertad a prueba del antiguo jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
Es decir, la magistrada explicó que cumplió con las tres sentencias de Justicia y Paz que hay en su contra, que lo condenaban a ocho años de cárcel.
En 2006, Mancuso se acogió al sistema de Justicia y Paz, creado en 2005 bajo la administración del expresidente Álvaro Uribe, para la entrega y desmovilización de paramilitares.
La jueza argumentó que el exparamilitar cumplió con los compromisos de la Justicia y reparó a las víctimas, sin embargo, aún queda a disposición de un magistrado de justicia y Paz de Barranquilla, a causa de las 33 órdenes de captura que registra en esa sala.
La boleta de libertad será válida “siempre y cuando Mancuso no sea requerido por otra autoridad de Policía judicial”, dijo la jueza, en referencia a las medidas en Barranquilla y 14 que aún hay en Bogotá.
Es decir, aún debe resolver asuntos jurídicos y medidas de aseguramiento en su contra, además de investigaciones que aún se encuentran vigentes en todo el país.
También deberá reportarse regularmente ante la justicia de la ciudad donde resida y no podrá salir de Colombia, sin autorización de un juez.
Entre otras restricciones, Mancuso tendrá prohibido visitar territorios en los que delinquió, cuando hacía parte de los bloques Catatumbo, Norte y Montes de María. Es decir, los departamentos de Córdoba, Sucre, Bolívar, Atlántico, César, Magdalena, Norte de Santander y La Guajira, demás de los municipios antioqueños de San Pedro de Urabá, Necoclí, Ituango, Arboletes y Apartadó. De esta manera, la jueza se acogió la petición de la Procuraduría General de la Nación.
El pasado viernes, se adelantó la primera parte de esta diligencia en la que la Fiscalía General como los representantes de víctimas manifestaron estar de acuerdo con que el excomandante quedara en libertad, puesto que ya había dado cumplimientos a los requisitos de la Ley de Justicia y Paz a la que se sometió.
Mancuso, el exjefe paramilitar que dejó las armas en 2006, llegó a Colombia el pasado martes en un vuelo chárter de deportados, procedente de EEUU.
En una misiva publicada el día de su llegada, Mancuso manifestó tener la "tarea" de "continuar aportando verdad ante el sistema de justicia transicional, no solo con responsabilidad por las implicaciones que tiene en las personas vinculadas en los testimonios, sus familias y las comunidades víctimas", sino "bajo estrictos estándares que permitan contrastar y determinar que es una verdad cualificada”.
Además de continuar sus compromisos "frente a las víctimas" y a ponerse" al servicio de una agenda de paz que permita evitar que Colombia sea una fábrica eterna de víctimas y dolores colectivos”.
En el marco de la política de la paz total, el año pasado, el presidente colombiano Gustavo Petro lo designó como gestor de paz para mediar con los herederos de las AUC: el Clan del Golfo.
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