Muchos juguetes peligrosos que contienen productos químicos tóxicos aún se encuentran en las tiendas de Estados Unidos, dice un grupo que investiga el medio ambiente y protege al ciudadano.
En su vigésimo quinto informe anual, el Grupo de Investigación Pública Estadounidense indica los peligros que enfrentan los niños con los juguetes que sus padres compran. Si bien estas preocupaciones también han sido señaladas por la agencia gubernamental que protege al consumidor, la industria del juguete niega las acusaciones.
Después de 25 años de investigaciones, más de 130 juguetes retirados del mercado y muchos casos legales iniciados, el grupo independiente dice que la seguridad en los juguetes es todavía un asunto muy serio.
El estudio más reciente del Grupo de Investigación Pública Estadounidense cita problemas que van desde pinturas tóxicas, químicos maléficos utilizados para la elaboración, hasta juguetes demasiado pequeños que pueden representar un riesgo para los bebés.
Elizabeth Hitchcock, defensora de salud pública de la organización, explica. “Compramos los juguetes en las tiendas y los enviamos a un laboratorio para determinar si contienen plomo y antimonio, o cualquier otro cancerígeno".
Los resultados del laboratorio también encontraron grandes cantidades de un grupo de químicos que se utiliza para hacer los plásticos suaves y que están realcionados con trastornos de la salud, especialmente en menores de edad.
Hitchcock dice que en los últimos 12 meses, el gobierno ha ordenado sacar del mercado más de medio millón de juguetes y productos para niños por contener plomo y otros 12 millones por contener altos niveles del cancerígeno cadmio.
“Sin embargo, hay miles de productos químicos en el mercado para los cuales no se han hecho pruebas”, explicó.
Otros peligros
El departamento de Comercio de Estados Unidos dice que el 85% de los juguetes que se venden en el país estás fabricados en el extranjero.
Sin embargo, la Asociación de la Industria de Juguetes dice que no hay nada de qué preocuparse.
Stacy Leistner, vocero de la asociación afirma que “los consumidores deben saber que los juguetes que compran hoy en día son más seguros que nunca antes”.
La asociación reconoce que ellos mismos no realizan ningún tipo de prueba en los juguetes y que dejan esta responsabilidad al gobierno.
Otra complicación legal es la definición de “juguete” y su diferencia con “producto infantil”, una batalla que parece complicar las campañas para regular los productos que podrían exponer peligrosamente a los menores.