El gobierno del presidente de Ruanda, Paul Kagame, acusado por algunos de imponer un gobierno autoritario, recibió elogios casi unánimes por sus avances en la atención de la salud. Kagame tuvo la oportunidad de promocionar su política de atención médica como un ejemplo para otras naciones africanas en la inauguración de la Asamblea Mundial de la Salud, en Ginebra, el lunes.
Según funcionarios ruandeses, el sistema universal de atención médica del país ha brindado cobertura a más del 90 por ciento de su población.
Kagame, un defensor de la adopción de la cobertura universal de salud en África, lidera un país que tiene un sistema exitoso y ampliamente admirado. Como presidente de la Unión Africana, ha promovido la cobertura universal como el principal objetivo estratégico del continente.
El esfuerzo está recibiendo el apoyo total de la Organización Mundial de la Salud, que busca alcanzar la cobertura de mil millones de personas para 2023 como parte de un plan estratégico de cinco años.
Haciendo hincapié en sus propios esfuerzos como ejemplo, Kagame dice que lograr la cobertura de salud universal es factible para los países con todos los ingresos. Estos sistemas, dice, evitan los gastos de salud catastróficos de bolsillo, que son una fuente creciente de empobrecimiento en África.
Él sostiene que los sistemas de salud primaria basados en la comunidad en toda África han mostrado buenos resultados.
"En Ruanda", dijo, "una combinación de seguro de salud basado en la comunidad, trabajadores de salud comunitarios y buenas asociaciones externas llevó a las reducciones más abruptas en mortalidad infantil y materna jamás registradas".
Kagame indicó que más del 90 por ciento de los ruandeses están inscritos hoy en un seguro de salud. Él dice que dos tercios de los costos son asumidos por los beneficiarios, y que el gobierno subsidia al tercio restante.
Él mantiene que actúa como una bendición para el emprendimiento, ayuda a las familias a invertir en la educación de sus hijos y permite el empoderamiento económico de las mujeres.
La explicación del éxito de Kagame no ha sido puesta en duda por la OMS, las agencias de ayuda occidentales y los medios de comunicación. Prácticamente toda la publicidad que rodea a los logros de atención médica de Ruanda en Occidente ha sido abrumadoramente positiva.
Pero para las organizaciones internacionales de derechos humanos y sus oponentes políticos en casa, Kagame está usando el éxito de su política de cuidado de la salud para ocultar un aspecto más siniestro de su gobierno. Amnistía Internacional dice que esto se caracteriza por abusos generalizados contra los derechos humanos, incluidos homicidios ilegítimos y desapariciones no resueltas.
La represión de Ruanda a la libertad de expresión es tan grave que el grupo Reporteros sin Fronteras llama a Kagame un "depredador de la libertad de prensa".