El secretario de Estado, John Kerry, y sus homólogos del Grupo de los Siete visitaron este lunes el Parque de la Paz en Hiroshima, Japón, en el segundo día de reuniones en preparación de la Cumbre del G-7.
Niños japoneses saludaron con banderas a Kerry y los otros dignatarios que recorrieron el lugar en donde se muestran los remanentes de un edificio fuertemente dañado en el lanzamiento de la bomba atómica en 1945.
Tanto el presidente Barack Obama como Kerry han trabajado para promover la no proliferación nuclear.
“Todos en el mundo deben ver y sentir el poder de este monumento”, escribió Kerry en el libro de invitados al museo de la paz.
“Es un recordatorio terrible, duro y convincente no solo de nuestras obligaciones de poner fin a la amenaza de las armas nucleares, sino a redirigir todos nuestros esfuerzos a evitar la guerra en sí misma”, añadió.
Antes de la visita, cuando se preguntó a un funcionario del Departamento de Estado si Kerry pediría perdón por la decisión estadounidense de lanzar la bomba a la ciudad, la respuesta fue un rotundo “no”.
“No hay ninguna intención de parte de la gente, el gobierno de Hiroshima o el gobierno de Japón, de pedir una disculpa de Estados Unidos”, añadió el funcionario.