El Kremlin dijo el lunes que la única manera de proteger su territorio de los ataques ucranianos era crear una zona de contención que dejaría a las regiones rusas más allá del alcance del fuego ucraniano.
El Kremlin hizo estos comentarios después que el presidente Vladimir Putin planteara la posibilidad de establecer dicha zona en un discurso tras ganar la reelección el domingo.
En una llamada con los periodistas, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo:
"En el contexto de los ataques con drones (ucranianos) y los bombardeos a nuestro territorio: instalaciones públicas, edificios residenciales, se deben tomar medidas para asegurar estos territorios”
Añadiendo, “sólo pueden protegerse creando algún tipo de zona de contención para que cualquier medio que el enemigo utilice para atacarnos esté fuera de su alcance".
Después de ganar la reelección, Putin dijo que no descartaba establecer dicha zona de contención.
"En algún momento nos veremos obligados, cuando lo consideremos necesario, a crear una determinada 'zona sanitaria' en los territorios controlados por (el gobierno ucraniano)", dijo Putin el domingo por la noche.
Esta "zona de seguridad", dijo Putin, "sería bastante difícil de penetrar utilizando los recursos de ataque de fabricación extranjera a disposición del enemigo".
El comentario surgió tras la pregunta sobre si creía necesario que Rusia tomara la región ucraniana de Járkov, en los límites con Belgorod, una provincia rusa que ha sido atacada regularmente por las fuerzas de Kiev desde 2022.
Un alto funcionario ucraniano dijo el lunes que la idea del presidente ruso Vladimir Putin de crear una zona de amortiguamiento dentro del territorio ucraniano era un claro indicio de que Moscú planeaba intensificar su guerra en la vecina Ucrania.
"Esto es... una declaración directa y manifiesta de que la guerra sólo aumentará", dijo a Reuters el asesor presidencial Mykhailo Podolyak en una declaración escrita.
Las fuerzas del Kremlin han logrado recientemente avances en el campo de batalla mientras las tropas de Kiev luchan contra una grave escasez de proyectiles de artillería y unidades de primera línea agotadas después de más de dos años de guerra. La línea del frente se extiende a lo largo de 1.000 kilómetros (620 millas) a lo largo del este y el sur de Ucrania.
Los avances han sido lentos y costosos, y Ucrania ha utilizado cada vez más su potencia de fuego de largo alcance para atacar refinerías y depósitos de petróleo en las profundidades de Rusia. Además, grupos que afirman ser oponentes rusos del Kremlin con base en Ucrania han lanzado incursiones transfronterizas.
Las fuerzas rusas intentaron inicialmente apoderarse de la región de Járkov en febrero de 2022, pero fueron expulsadas de la mayor parte del área en una contraofensiva ucraniana en septiembre de ese año.
En septiembre de 2022, Rusia dijo que había anexado las cuatro regiones ucranianas de Luhansk, Donetsk, Zaporiyia y Jersón, aunque no controlaba completamente ninguna de ellas.
Los dirigentes ucranianos han dicho que la anexión de Rusia es ilegal y que no descansarán hasta que hasta el último soldado ruso sea expulsado de suelo ucraniano.
El lunes se cumple el décimo aniversario de la toma por parte de Rusia de la península ucraniana de Crimea, que preparó el escenario para que Rusia invadiera a su vecino en febrero de 2022. Sin embargo, Putin ha sido vago acerca de sus objetivos en Ucrania desde que fracasó esa invasión a gran escala.
[Con información de AP y Reuters]
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