Los sabores y aromas de la gastronomía venezolana llegaron a tierras balcánicas. En la capital de Serbia, Belgrado, abrió sus puertas el Bar Simón Bolívar, el primero en presentar platos típicos venezolanos al público belgradense, aunque eso sí, con un toque local.
Una oportunidad que germinó en el bajo de un edificio histórico en el viejo barrio de Dorcol de la capital Serbia durante la pandemia.
“Antes de la pandemia, tenía un local de comida rápida. Todo el mundo se vio obligado a cerrar. Lo que surgió fue la idea que yo siempre quería: tener un restaurante más grande. Surgió la idea de creatividad, de cambiar nombre y buscar otro local, lo cual conseguí”, asegura Luigi Herrera, propietario del restaurante, en entrevista con la Voz de América desde Belgrado.
Ubicado entre las calles Kapetan Minina y Gospodar Jovaova, cerca de donde confluyen los ríos Danubio y Sava, en el barrio de estilo bohemio abundan cafeterías y restaurantes de comida local. De los fogones del Bar Simón Bolívar emergen arepas, empanadas, tequeños, pero también platos de autor.
Uno de ellos es la ensalada Bolívar, “un mix de lechugas, carne de res y un ingrediente secreto que es una salsa secreta, nuestra salsa Bolívar”, revela la cocinera del restaurante, Mira Milojevic, sin revelar los ingredientes de la salsa secreta.
Milojevic, quien es serbia de nacimiento pero vivió en Venezuela más de 25 años, es precisamente uno de los activos del restaurante. “Tenemos un plus que es la cocinera nacida en Serbia y que vivió en Venezuela 25 años. O sea, que conoce de la gastronomía venezolana muy bien, y conoce la gastronomía serbia”, asegura Herrera, quien se instaló en Belgrado hace poco más de un lustro.
Unos de los platos estrella, la "Arepa Serbia"
Y es precisamente de la unión de los sabores y aromas venezolanos con los serbios de la que nació uno de sus platos estrella, la "Arepa Serbia", “con ingredientes típicos de aquí, con pimiento rojo, que es nuestro oro rojo, chorizo picante, cuelen y queso blanco”, nos cuenta Milojevic desde los fogones del Simón Bolívar mientras prepara una de sus arepas de autor.
Otra de las especialidades son las salsas. “Mira es muy conocedora, muy creativa. Creadora de todas las salsas que hace ella y que enamoran a los serbios, y además viene con nuevos platos”, dijo Herrera.
Salsas en su mayoría picantes. Y para sobrellevar el ardor, nada mejor que un ron venezolano, asegura Herrera. Y es que, además de restaurante, el Simón Bolívar es también la primera ronería en abrir sus puertas en Belgrado.
“El ron para nosotros es como para los serbios el ‘rakia’. Los serbios se despiertan y toman un café con un ‘rakia’ y nosotros, bueno, básicamente también nos tomamos un café con ron. Todos los postres de nosotros llevan ron”, dice su propietario.
Dos culturas y países lejanos unidos por sabores, aromas y su gente; venezolanos que dejan marca de su añorada Venezuela más allá de sus fronteras. “Poder transmitir eso a los serbios eso es como un sueño hecho realidad, de verdad que sí. Que sientan, que disfruten el sabor venezolano, es muy emocionante”, concluyó Herrera.
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