Hace tan solo cinco años, el mejor teléfono móvil del mercado tenía una cámara de menos de un megapíxel, una pantalla modesta y la capacidad de grabar hasta 10 segundos de video.
Avanzamos al 2010, al Mobile World Congress de Barcelona, España, en la que los principales fabricantes de celulares presentan sus últimos productos. Cámaras de 8 megapíxeles, grabación de video en alta definición, wi-fi y conexiones 3G, miles de aplicaciones que ayudan desde reservar un avión hasta equilibrar una estantería…
Pero llega un momento en el que ya no importa qué es lo que un teléfono puede hacer, sino el cómo es capaz de hacer tareas por nosotros. Hemos asistido al nacimiento de una nueva categoría de celular, el llamado “smartphone” o teléfono inteligente que lo que intenta es facilitar actividades como el envío y recepción de correo electrónico, pasar el tiempo con videojuegos o contestar a un amigo por Facebook. Y son varias las empresas que quieren llevarse un trozo del pastel en este mercado tan lucrativo en el que las operadoras móviles se pelean por obtener la última exclusiva.
Existen cuatro grandes contendientes:
iPhone
Los teléfonos inteligentes existían mucho antes de la aparición del iPhone en el mercado, pero es indudable que puede atribuirse a sí mismo el éxito de este tipo de celulares fuera del ámbito empresarial. Sus puntos fuertes: la sencillez de los menús y las miles de aplicaciones disponibles desde su tienda online. Su desventaja: que al igual que otros productos de Apple, el iPhone se encuentra totalmente cerrado a lo que Apple quiera permitir – por ejemplo, a Apple no le interesa que existan más navegadores web en el iPhone aparte del suyo, Safari, de modo que no admite la instalación de navegadores de la competencia.
Blackberry
El más popular en el mundo empresarial. Su principal ventaja siempre ha sido la versatilidad de su correo electrónico. A diferencia de Apple, la fabricante canadiense, Research In Motion (RIM), tiene varios modelos que se adaptan a los distintos tipos de usuario: con o sin pantalla táctil, más o menos prestaciones multimedia, distintos tamaños… pero siempre limitado a los teléfonos de su compañía.
Windows Phone
Uno de los más antiguos del sector pero también el que más ha sufrido con el paso del tiempo. Ha sobrevivido gracias a compañías como HTC y Samsung, que se han dedicado a revitalizar esta versión de Windows fabricando celulares muy potentes y con sus propios menús y aplicaciones para sustituir y complementar las funciones originales de Windows. Ahora Microsoft ha dado un paso muy necesario y ha presentado en el Mobile World Congress su nuevo sistema Windows Phone 7, cuya filosofía consiste en quitarle protagonismo a las aplicaciones para centralizar todos los servicios en “portales” integrados donde confluyen fotos, redes sociales, juegos y mensajería.
Android
Es el más novato del sector y sin embargo uno de los más prometedores. Este sistema pertenece a Google y ya ha acaparado la atención de muchas empresas, que pueden fabricar teléfonos con este sistema operativo sin costo alguno. Al contrario que Apple y RIM, cualquier empresa puede fabricar teléfonos con este sistema y modificarlo a su gusto. Ejemplos de estos teléfonos son el Nexus One de la propia Google o el Motorola Droid, aunque empresas como Samsung y HTC también apuestan muy fuerte por él. Su punto fuerte es la versatilidad para que los distintos fabricantes enfoquen el dispositivo al mercado que crean más conveniente.
Conclusiones
Aunque hay más empresas que luchan por mantenerse relevantes en el mercado actual como la Palm Pre o los últimos teléfonos de Nokia, lo cierto es que estas “cuatro grandes” han marcado el terreno a seguir. Apple insiste en que lo mejor es un modelo para todos con su iPhone, mientras que Microsoft y Google ofrecen variedades para todos los gustos. Todos los sistemas comentados tienen ventajas e inconvenientes sobre los demás, haciendo que cada uno tenga un nicho del mercado específico.
Y aunque todos ellos permiten realizar funciones avanzadas como enviar y recibir documentos, actualizar redes sociales y reproducir archivos multimedia, al final será el usuario quien, bien por su preferencia del sistema o por el diseño y prestaciones del celular, decida qué camino elegir.
El que gana al final es el usuario quien gracias a la fuerte competencia puede acceder a estos terminales incluso en los mercados emergentes a precios cada vez más asequibles.
Y usted ¿qué teléfono usa?