Funcionarios de la Reserva Federal dejaron la puerta abierta a un recorte de tasas de interés, pero no dieron garantías, en momentos en que siguen debatiendo cómo se mantiene el respaldo a la parte final del crecimiento económico de Estados Unidos, que es el consumo de los hogares.
“El Comité procederá reunión por reunión para evaluar las perspectivas económicas, así como los riesgos para el panorama, y actuará como sea apropiado para sostener el crecimiento, un sólido mercado laboral, y un retorno de la inflación a nuestro objetivo simétrico del 2 por ciento”, aseguró el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida.
Su discurso hizo eco de las palabras hace dos semanas del presidente del banco central, Jerome Powell, que podrían interpretarse como una señal de apertura a otro recorte de tasas en la reunión del organismo del 29 y 30 de octubre. También estuvo en línea con otras autoridades que afirmaron esta semana estar abiertos en cuanto a futuras decisiones monetarias.
La Fed bajó las tasas en julio por primera vez en más de una década. Lo hizo nuevamente en su reunión de septiembre en la que Powell y otros lo denominaron como un “seguro” contra las complicaciones para la economía de la desaceleración global y la guerra comercial entre Washington y Pekín.
Desde esa reunión, los datos económicos han incrementado temores de que las tensiones comerciales se están traspasando a la economía en general. La actividad manufacturera se desplomó a un mínimo de más de 10 años y la actividad del sector servicios cayó en septiembre a un piso de tres años.
Escuche este informe aquí: