La oposición venezolana denunció que el caso del agricultor Franklin Brito – que periódicamente hace prolongadas huelgas de hambre para denunciar la expropiación de sus tierras – podría “terminar en una tragedia”.
Su salud está muy deteriorada, agregó su hija, Ángela Brito, y él apenas puede hablar tras 96 días sin comer.
“Mi papá tiene días sin orinar. En cualquier momento puede sufrir un colapso”, dijo la joven en el Hospital Militar, donde Franklin está internado desde enero contra su voluntad.
Ángela Brito pidió la intervención de la Cruz Roja Internacional para que atiendan a su padre, ya que no confía en los médicos del Hospital Militar.
No obstante, por órdenes del gobierno venezolano, ni la Cruz Roja ni sacerdotes pueden visitar a Franklin.
Su abogada, Adriana Vigilanza, dijo que acudirán al Palacio de Justicia para pedirle al juez que ejecute las medidas cautelares dictadas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para permitir las visitas, según publicó El Universal.
Vigilanza remarcó que en enero, la CIDH le pidió al gobierno venezolano que dejaran que Brito fuera asistido por un médico de confianza o de la Cruz Roja venezolana.
"Esto no se le ha permitido al señor Brito, esto ha ocasionado que él haya radicalizado su huelga, está en huelga de sed hace como 7 días ya, entiendo que en ese lapso sólo le han suministrado un litro de suero porque decidió aminorar la huelga en busca de la respuesta", dijo la abogada.
"Queremos que se permita la visita de la Cruz Roja para asistirlo y él cese en la huelga a fin de preservarle su vida la mayor cantidad de tiempo posible hasta que se resuelva la situación de fondo que motivó toda su protesta", agregó.