((INTRO))
Aunque las comunidades y familias que viven alrededor de lagos y lagunas en Bolivia no pierden la esperanza de que la naturaleza se recupere y se produzca el milagro de las lluvias, es innegable el impacto devastador del cambio climático y la sequía en varias regiones del país andino.
Fabiola Chambi nos cuenta sobre esta crítica situación.
((TEXTO))
Desde el 2015 el agua cristalina que albergaba flora y fauna diversa en el lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia, se secó. Hoy es una zona desértica debido a los efectos climatológicos, la contaminación y algunas acciones humanas que han hecho estragos.
A este impacto se refiere el investigador y especialista en temas medioambientales, Marcos Luján…
((Marcos Luján, Experto medioambientalista 0:31 – 0:44)) 06:05 al 06:20
“El efecto del cambio climático, de la reducción de la cantidad de lluvia es lamentablemente irreversible, podemos paliar un poquito esos impactos tal vez reduciendo la cantidad de agua que estamos consumiendo”.
La sequía también está afectando a las familias que han hecho su vida alrededor de la laguna y cada año la situación empeora…
((Filomena Álvarez, Vecina 0:31 – 0:44))
“El agua se está reduciendo… Yo vivo en este barrio. Antes el pescado se sacaba para comer había pejerrey, sardina, carpa especialmente había, harto había. Ahora no pues, ya no se puede”.
Desde hace más de una década Filomena Álvarez tiene un puesto de venta ambulante a orillas de la laguna Alalay en Cochabamba, centro de Bolivia. En varias regiones del país algunas lagunas ya se han perdido por completo y otras van desapareciendo rápidamente, producto también de la contaminación.
((Marcos Luján, Experto medioambientalista 0:31 – 0:44)) 4:41 al 4:50
“Cada vez tenemos más fuentes de contaminación, la población va creciendo, van aumentando las actividades y tenemos más descargas de aguas servidas de todo tipo”.
Sin embargo los habitantes de estas zonas en riesgo no pierden la fe, creen que las lluvias volverán y rezan por ese milagro…
La ONU alerta que para 2050, hasta 5.700 millones de personas podrían estar viviendo en áreas donde escasea el agua.
((FABIOLA CHAMBI, VOZ DE AMÉRICA, BOLIVIA))