La presidenta Cristina Fernández de Kirchner confirmó que Argentina pagará 3.520 millones de dólares de su deuda externa, correspondiente al llamado cupón de crecimiento del producto bruto interno –PBI-, bonos que formaron parte de la reestructuración de la deuda y que fue entregado a los inversionistas del mundo que aceptaron los canjes de los años 2005 y 2010.
“Contra todas las maniobras Argentina va a seguir pagando la deuda”, dijo la mandataria, recordando a la vez que dicha deuda fue heredada a su gobierno.
El pago realizado por Argentina corrió peligro de no hacerse a fines de noviembre, cuando un juez de New York decidió que el país debía abonar la totalidad de lo reclamado por los fondos de inversión o fondos buitres, y amenazó con embargar ese dinero.
Posteriormente, la Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito emitió un dictamen favorable a la Argentina y permitió que los giros de fondos a los inversores extranjeros se hicieran sin riesgo de embargo.
El Ministro de Economía, Hernán Lorenzino, celebró la decisión diciendo que se terminaron “los tiempos en los que se pagaban intereses usurarios”.
El Cupón PBI fue ideado por el ex ministro de Economía Roberto Lavagna en 2005, para tentar a los inversores a que ingresaran en el canje de ese año, y sus pagos están atados al crecimiento de la economía argentina.
El pago que los inversores recibirán el próximo lunes -la fecha de vencimiento es el 15 de diciembre pero ese día no es hábil- se derivó de la expansión de la actividad económica en Argentina por encima de 3,26 por ciento durante 2011, algo que los analistas esperaban que no se repita este año ni en 2013.
Si la economía no crece por encima del 3,26 por ciento en 2012 y 2013, no se realizarán pagos por el Cupón PBI en 2013 y 2014, respectivamente. De este modo, la Argentina enfrentaría un holgado cronograma de vencimientos de deuda externa que no superaría los 4.500 millones de dólares en 2013.
“Contra todas las maniobras Argentina va a seguir pagando la deuda”, dijo la mandataria, recordando a la vez que dicha deuda fue heredada a su gobierno.
El pago realizado por Argentina corrió peligro de no hacerse a fines de noviembre, cuando un juez de New York decidió que el país debía abonar la totalidad de lo reclamado por los fondos de inversión o fondos buitres, y amenazó con embargar ese dinero.
Posteriormente, la Cámara de Apelaciones del Segundo Distrito emitió un dictamen favorable a la Argentina y permitió que los giros de fondos a los inversores extranjeros se hicieran sin riesgo de embargo.
El Ministro de Economía, Hernán Lorenzino, celebró la decisión diciendo que se terminaron “los tiempos en los que se pagaban intereses usurarios”.
El Cupón PBI fue ideado por el ex ministro de Economía Roberto Lavagna en 2005, para tentar a los inversores a que ingresaran en el canje de ese año, y sus pagos están atados al crecimiento de la economía argentina.
El pago que los inversores recibirán el próximo lunes -la fecha de vencimiento es el 15 de diciembre pero ese día no es hábil- se derivó de la expansión de la actividad económica en Argentina por encima de 3,26 por ciento durante 2011, algo que los analistas esperaban que no se repita este año ni en 2013.
Si la economía no crece por encima del 3,26 por ciento en 2012 y 2013, no se realizarán pagos por el Cupón PBI en 2013 y 2014, respectivamente. De este modo, la Argentina enfrentaría un holgado cronograma de vencimientos de deuda externa que no superaría los 4.500 millones de dólares en 2013.