La lava del volcán Kilauea en Hawái entró a propiedad privada adyacente a una carretera en Pahoa y quemaba llantas viejas y otros materiales este miércoles, en su camino hacia el Océano.
El río de lava avanzaba lentamente a una velocidad de unos 10 metros por hora y se acercaba a la calle principal de Pahoa, mientras las autoridades advertían que es lo suficientemente caliente como para incinerar casas, carreteras y negocios a su paso.
De acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos, su temperatura es de 900 grados Celsius.
“La gente tiene los ahorros de su vida en estas propiedades y enfrentan la posibilidad de perderlo todo”, dijo Mike Metcalf, cuyo negocio de repuestos Pahoa Auto parece estar en el camino de la lava, aunque su casa se salva por ahora.
La lava comenzó a fluir el 27 de junio, se detuvo y luego reanudó su implacable camino. La lava se ha extendido por la ladera del volcán, endurecida en su capa superior, pero devorando pasto, árboles y algunas veces provocando explosiones de metano.
Las autoridades iban de puerta en puerta en las casas y negocios más cercanos a la lava urgiendo a todos salir antes de la medianoche.
El volcán Kilauea entró en erupción en 1983 habiendo destruido hasta ahora más de 180 casas. La última casa que destruyó la lava fue en Kalapana, en 2012.