El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, pidió a Rusia que retire sus soldados de la frontera con Ucrania y evite el diálogo confrontativo.
Kerry, después de una fugaz reunión con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en París, aseguró que los militares y el armamento de guerra en la frontera solo genera un “clima de miedo” dentro de Ucrania, y no permite que avance el diálogo diplomático.
El funcionario estadounidense sostuvo que tanto Washington como Moscú están de acuerdo sobre el derecho de los ucranianos a decidir su propio futuro.
En conversación con la prensa, luego de su reunión con Lavrov, Kerry también dijo que ambas partes hicieron sugerencias sobre la manera de tratar la crisis que se generó por la anexión de la península de Crimea, hasta ahora parte de Ucrania, a Moscú, aunque hizo énfasis que EE.UU. sigue considerando la anexión como “ilegítima”.
Por su parte, Lavrov dijo que se ha “comprometido a trabajar con el gobierno de Ucrania para lograr avances en los derechos de las minorías y los derechos lingüísticos” tanto de ucranianos como de aquellos que posean fuertes raíces rusas.
La reunión se llevó a cabo luego de una conversación telefónica sostenida por los mandatarios Barack Obama, de Estados Unidos, y Vladimir Putin, de Rusia, la noche del viernes, en donde ambos líderes acordaron enviar a sus máximos representantes diplomáticos para encontrar una salida pacífica a la crisis.
Kerry dijo que regresará a Washington para informar al presidente Obama con los detalles de la conversación bilateral y analizar las siguientes acciones, pero enfatizó que ninguna decisión sobre el futuro de Ucrania se hará sin tomar en cuenta la opinión del gobierno de Kiev.
Sin temor a sanciones
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que las sanciones de occidente contra su país han provocado algunas “interrupciones” pero “no han sido demasiado dolorosas”.
“No quiero decir que las sanciones son ridículas y que no podría importarnos menos, obviamente las sanciones nunca son agradables”, dijo Lavrov al canal de televisión ruso Canal Uno, horas antes de su conversación con Kerry.
Lavrov insistió en que su gobierno no enviará tropas de guerra a Ucrania, aunque en los últimos días ha aumentado la concentración de tropas, tanques y buques de guerra en la frontera con Ucrania.
Las relaciones entre Moscú y Kiev se desplomaron hace casi un mes, después de que las fuerzas rusas entraron en Crimea. Un referéndum siguió rápidamente, dando lugar a una votación para declarar la independencia de Crimea y la intención de unirse a la Federación Rusa.
Kerry, después de una fugaz reunión con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en París, aseguró que los militares y el armamento de guerra en la frontera solo genera un “clima de miedo” dentro de Ucrania, y no permite que avance el diálogo diplomático.
El funcionario estadounidense sostuvo que tanto Washington como Moscú están de acuerdo sobre el derecho de los ucranianos a decidir su propio futuro.
En conversación con la prensa, luego de su reunión con Lavrov, Kerry también dijo que ambas partes hicieron sugerencias sobre la manera de tratar la crisis que se generó por la anexión de la península de Crimea, hasta ahora parte de Ucrania, a Moscú, aunque hizo énfasis que EE.UU. sigue considerando la anexión como “ilegítima”.
Por su parte, Lavrov dijo que se ha “comprometido a trabajar con el gobierno de Ucrania para lograr avances en los derechos de las minorías y los derechos lingüísticos” tanto de ucranianos como de aquellos que posean fuertes raíces rusas.
La reunión se llevó a cabo luego de una conversación telefónica sostenida por los mandatarios Barack Obama, de Estados Unidos, y Vladimir Putin, de Rusia, la noche del viernes, en donde ambos líderes acordaron enviar a sus máximos representantes diplomáticos para encontrar una salida pacífica a la crisis.
Kerry dijo que regresará a Washington para informar al presidente Obama con los detalles de la conversación bilateral y analizar las siguientes acciones, pero enfatizó que ninguna decisión sobre el futuro de Ucrania se hará sin tomar en cuenta la opinión del gobierno de Kiev.
Sin temor a sanciones
El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que las sanciones de occidente contra su país han provocado algunas “interrupciones” pero “no han sido demasiado dolorosas”.
“No quiero decir que las sanciones son ridículas y que no podría importarnos menos, obviamente las sanciones nunca son agradables”, dijo Lavrov al canal de televisión ruso Canal Uno, horas antes de su conversación con Kerry.
Lavrov insistió en que su gobierno no enviará tropas de guerra a Ucrania, aunque en los últimos días ha aumentado la concentración de tropas, tanques y buques de guerra en la frontera con Ucrania.
Las relaciones entre Moscú y Kiev se desplomaron hace casi un mes, después de que las fuerzas rusas entraron en Crimea. Un referéndum siguió rápidamente, dando lugar a una votación para declarar la independencia de Crimea y la intención de unirse a la Federación Rusa.