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Lento descenso de la mortandad


El 99% de las muertes de recién nacidos o neonatales -en las primeras cuatro semanas de vida- se producen en países en desarrollo.
El 99% de las muertes de recién nacidos o neonatales -en las primeras cuatro semanas de vida- se producen en países en desarrollo.

La asfixia y las infecciones severas son las principales causas de muerte para los neonatos, ambas fáciles de prevenir, señala la OMS.

Alertan del lento descenso de la mortandad en recién nacidos, uno de los Objetivos del Milenio planteados por la ONU para 2016. Si bien el índice está descendiendo, no lo hace al ritmo esperado, según indica un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

"La supervivencia de los recién nacidos está quedando rezagada pese a las soluciones bien documentadas y asequibles existentes para prevenir estas muertes", indicó Flavia Bustreo, experta en salud familiar, femenina e infantil de la OMS, quien trabajó en el estudio.

La inversión médica de la última década ha logrado reducir la tasa de muerte materna y de menores de 5 años, sin embargo, la mejora en la supervivencia de los bebés en las primeras cuatro semanas de vida ha sido más lenta.

Según los resultados, las muertes de recién nacidos disminuyeron en general de 4,6 millones en 1990 a 3,3 millones en el 2009, aunque comenzaron a reducirse levemente más rápido desde el 2000. El 99% de las muertes de recién nacidos o neonatales -en las primeras cuatro semanas de vida- se producen en países en desarrollo.

Las muertes de bebés en sus primeras cuatro semanas de vida actualmente representan el 41% de todos los decesos infantiles antes de los 5 años, una porción que creció desde el 37% registrado en 1990 y que probablemente aumentará más, señalaron los investigadores.

La asfixia y las infecciones severas son las principales causas de muerte para los neonatos, ambas fáciles de prevenir, según indica Joy Lawn, colaborador del estudio y miembro de Save The Children, quien adjudicó el problema a la falta de educación sobre el cuidado personal.

"Sabemos que soluciones tan simples como mantener cálidos, limpios y adecuadamente alimentados a los recién nacidos puede mantenerlos con vida, pero muchos países necesitan desesperadamente más trabajadores de la salud mejor entrenados para enseñar estas prácticas básicas que salvan vidas", añadió.

El estudio cubre 20 años y a los 193 estados miembros de la OMS. "Este estudio muestra de manera cruda que el lugar en que los bebés nacen influye drásticamente en sus posibilidades de supervivencia, y que especialmente en Africa muchísimas madres experimentan la desgarradora vivencia de perder a su bebé", dijo Lawn.

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