Partidos opositores en Venezuela han anunciado procesos de “renovación” internos, algunos directamente de cara a eventuales primarias, con el foco puesto en las elecciones presidenciales de 2024. Analistas consultados con la VOA aseguran que se trata de un “ajuste” en la estrategia, pero advierten que de no haber un cambio “verdadero”, fracasará.
Luego de las elecciones regionales realizadas el año pasado, donde el oficialismo obtuvo la mayoría de las gobernaciones, y un infructífero intento de revocatorio en contra de Nicolás Maduro, el calendario electoral venezolano queda libre hasta 2024, cuando lo venezolanos deberán elegir nuevamente presidente.
Ante este panorama, partidos del bloque opositor conocido como G4 han decidido cada uno desde sus organizaciones iniciar una “renovación” y “religitimación” de sus autoridades.
El más reciente fue Primero Justicia, cuyo coordinador es Julio Borges, excomisionado para las relaciones exteriores del gobierno interino presidido por Juan Guaidó, quienes anunciaron que en las próximas semanas iniciarán un proceso de “legitimación de cargos de conducción interna”.
A través de un comunicado, proponen asumir como “bandera principal” la realización de elecciones “libres”, enfocadas en las presidenciales de 2024. Sostienen además que se unen “al clamor del pueblo de Venezuela de celebrar elecciones primarias opositoras”.
El partido Un Nuevo Tiempo, cuyo presidente es uno de los cuatro gobernadores opositores, Manuel Rosales, hizo lo propio pocos días antes al anunciar que habían iniciado su “proceso de renovación de autoridades y religitimación de liderazgos”.
“Esto es parte de un plan estratégico que tenemos para todo el 2022 y que incluye renovar nuestro partido, fortalecer nuestras bases y darle a los venezolanos la herramienta que los partidos políticos deben ser”, afirmó Angelo Palmieri, miembro del partido, en su momento.
Es un trabajo de reconquista lo que tiene que hacer la oposición, con mucha anticipación, si quiere recoger los frutos para el 2024".Pablo Quintero, politólogo.
Otros partidos, aunque no han anunciado procesos de renovación, desde su directivas han abogado en favor de las primaras. Es el caso de Acción Democrática.
Carlos Prosperi, secretario de organización del partido, afirmó en un entrevista con el canal nacional Venevisión a inicios de febrero que: “Estamos pidiendo que se hagan elecciones primarias para escoger el candidato presidencial, que represente los intereses no solo de la oposición y de la alternativa de cambio, que represente los intereses de todos los venezolanos”.
Incluso Voluntad Popular, el partido de el líder opositor Leopoldo López y en que militó Guaidó, convocó hacia finales enero la “reorganización y relegitimación de las autoridades del partido a fin de fortalecer la conducción política del país”, reseñan en su página web.
Un “ajuste” en la estrategia
Para el politólogo Enderson Sequera, estas acciones de las toldas políticas venezolanas son un “ajuste” dentro de las maniobras de quienes adversan a Nicolás Maduro.
“Es un ajuste en la estrategia al notar o al darse cuenta por la vía de los hechos que la estrategia de la máxima presión que la oposición ha ido consistentemente sosteniendo, al menos desde 2017, no ha dado los resultados esperados”, afirma Sequera a Voz de América.
El también director estratégico del portal web especializado Politiks recuerda que, en el caso de los llamados a las primarias, se han dado al menos desde el año pasado. Destacan el que hizo la líder opositora María Corina Machado en noviembre, cuando propuso una “gran elección popular” para elegir el liderazgo opositor.
Estos movimientos, señala Sequera, no implican un “borrón y cuenta nueva”. A su entender se podría mantener lo que ya se ha avanzado, la “presión” y el respaldo internacional, pero “complementarlo con un movimiento o con una reorganización interna” que permita combinar ambas cosas.
“Estas acciones se pudieron haber dado hace muchísimos años atrás”, agrega, por su parte, el politólogo Pablo Quintero.
El analista sostiene que se esperó a “última hora” y que en la opinión pública está calando la idea de que "no se puede seguir haciendo política” con las mismas caras. Destaca como algo positivo, sin embargo, que estos llamados podían servir para reactivar la maquinaría de los partidos.
“Las primarias deben ser un catalizador para movilizar a la ciudadanía y a los partidos políticos a reactivarse, a tomar nuevamente lo que se llama activismo político”, apunta en conversación con VOA.
¿Y el gobierno interino?
Juan Guaidó, considerado por decenas de países presidente del país desde 2019, ha expresado su visto bueno a la idea de unas primarias dentro de la oposición.
Si los partidos políticos en Venezuela se limitan a religitimar las caras que ya están, muy probablemente todo lo que venga después va a fracasar".Enderson Sequera, politólogo
En entrevista con Voz de América a finales de enero, al ser consultado por el tema, aseguró que: "Yo quiero que todos se midan en primarias. Hablar de mí, sería insuficiente. Debe ser en primarias que se elijan los liderazgos”.
Para Sequera, de Politiks, un eventual proceso dentro de la oposición podría representar una “oportunidad” incluso para este gobierno interino opositor.
“Puede ser una oportunidad para que el Gobierno interino continúe o podría ser, al final del día, como la etapa que ayude a cerrar la era”, afirma.
Un “trabajo de reconquista”
Ambos analistas consultados por la VOA señalan que un proceso de elección dentro de la bancada opositora no solo es “bueno” y “factible”, sino necesario, pero que su efectividad y aceptación dependerá de cómo se haga.
Unas primarias de este tipo, apunta Enderson Sequera, deberían realizarse, sin colaboración técnica del Consejo Nacional Electoral (CNE) pues lo más importante es que sea la oposición quien elija el candidato o los candidatos, y no “el chavismo por tribunales”.
No duda en mencionar que para que estas acciones movilice dentro de la sociedad civil, los partidos políticos pueden solo “religitimar las caras que ya están”.
“Si los partidos políticos en Venezuela se limitan a religitimar las caras que ya están, muy probablemente todo lo que venga después va a fracasar, porque lo que te está pidiendo el país hoy es renovación”, señala.
Entre tanto, para el también consultor en comunicaciones políticas Pablo Quintero, el mecanismo de cómo se hace este proceso debe ser el más adecuado y no debería quedar en manos exclusivamente de los partidos tradicionales pues “tienen unos índices de desconfianza demasiado elevados”.
Apunta que los cambios deben ser estructurales, y no solamente “estéticos”. “Hay que esperar un poco más y revisar si efectivamente no se trata de (…) cambios estéticos solamente, porque de ser así, no tendría sentido”, señala.
Considera un error convocar unas primarias solo “porque toca” y pasar por alto problemas, como los de coordinación dentro de la oposición. Además, señala que tampoco se puede olvidar la situación económica que todavía vive el país y que hace, según indica, que 8 de cada 10 venezolano conversa más sobre su crisis interna económica que sobre la situación política.
“Es un trabajo de reconquista lo que tiene que hacer la oposición, con mucha anticipación, si quiere recoger los frutos para el 2024”, concluye Quintero.
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