La estrella de “Full House” (“Tres por tres”) Lori Loughlin y su esposo, el diseñador de modas Mossimo Giannulli, y otros 14 padres recibieron el martes un nuevo cargo de lavado de dinero en el caso de sobornos para conseguir ingreso a algunas de las universidades.
La movida se produjo al día siguiente de que la actriz Felicity Huffman, otros 12 padres y un entrenador acordaran declararse culpables, señalando una intensificación en el caso contra los padres que continúan enfrentando acusaciones.
Loughlin y Giannulli están entre 33 padres prominentes acusados de participar en un ardid que incluyó la manipulación de resultados de pruebas estandarizadas y el soborno de entrenadores deportivos en universidades de prestigio.
Fueron arrestados el mes pasado bajo un cargo único de asociación ilícita para cometer fraude postal y fraude por medios electrónicos. Una imputación añade un cargo de asociación ilícita para lavado de dinero contra la pareja y otros 14 padres.
Los padres están acusados de pagarle al asesor Rick Singer para hacer trampa en las pruebas de admisión de sus hijos y conseguir que sean reclutados por equipos deportivos de escuelas tan prominentes como Georgetown y Yale.
Loughlin y Giannulli están acusados de pagar 500.000 dólares en sobornos para que sus hijas ingresaran a la Universidad de Sur de California como miembros del equipo de remo, aun cuando ninguna de ellas practica este deporte.
La semana pasada ambos comparecieron brevemente en una corte federal en Boston donde no se les pidió que presentaran una declaración de culpabilidad o inocencia. No se han pronunciado públicamente sobre las acusaciones en su contra.
Huffman, de 56 años, actriz laureada con un Emmy por su trabajo en la serie de ABC “Desperate Housewives”, fue acusada de pagarle a Singer 15.000 dólares disfrazados como un donativo para cambiar la nota de su hija en el examen SAT. Ella y otros 12 padres acordaron declararse culpables el lunes.
Los fiscales dicen que buscarán una sentencia de entre cuatro y 10 meses en prisión para Huffman.
En sus primeras declaraciones públicas desde su arresto, Huffman asumió la responsabilidad de sus actos y dijo que aceptaba las consecuencias.
“Mi hija no sabía absolutamente nada de mis acciones, y con mi decisión equivocada y profundamente errada la traicioné. Esta transgresión hacia ella y el público será una carga para mí por el resto de mi vida. Mi deseo de ayudar a mi hija no es excusa para quebrantar la ley o involucrarme en actos deshonestos”, dijo la actriz tras anunciarse que se declararía culpable.