Los gobiernos de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro acumulan 246 obras inconclusas en 21 regiones de Venezuela, según una investigación de la organización no gubernamental especializada en gestión pública, Transparencia.
Se trata de proyectos “contratados o anunciados” por los poderes ejecutivos del chavismo en las últimas dos décadas y que hoy se encuentran “paralizados o inacabados”, causando “la pérdida de una colosal cantidad de recursos”, de acuerdo con el reporte independiente.
“Las obras inconclusas han servido para el desvío y el despilfarro de fondos públicos”, concluye Transparencia en su documento, precisando que se utilizaron en 153 de ellas el equivalente a 316.000 millones de dólares. La cifra es siete veces el Producto Interno Bruto estimado del país suramericano del año pasado, apunta, citando cifras de firmas privadas.
“Lo más grave es la afectación que han causado en servicios esenciales para los ciudadanos” Transparencia Venezuela, septiembre de 2022
Según el capítulo venezolano de la ONG, los proyectos inconclusos han dejado evidencias en 21 de los 23 estados de la nación de “edificaciones abandonadas, barras herrumbrosas y columnas resquebrajadas rodeadas de maleza, así como maquinaria desmantelada, vallas descoloridas y restos de materiales de construcción inservibles”.
“Lo más grave es la afectación que han causado en servicios esenciales para los ciudadanos (…) la mayoría de las infraestructuras fallidas pertenecen a los sectores vialidad, transporte, salud, vivienda, educación y alimentos”, indica el informe, publicado este mes.
Transparencia Venezuela precisa que Lara, en el centro occidente del país, es el estado con mayor número de obras inconclusas por parte de los gobiernos chavistas, con 66.
Le siguen Barinas, la región natal de Chávez, con 45; Zulia, con 22 y Bolívar, con 21.La organización califica esas obras como “monumentos a la desidia y la corrucpción”.
De los proyectos de los que se hizo inventario, 35 corresponden al sector de vialidad; 27 al transporte; 23 a las viviendas; y 22 a las ramas de la salud, detalla. “En educación 21 obras quedaron inconclusas, otras 16 tienen que ver con alimentos e igual número con el sector productivo. Todas, áreas con gran incidencia en la calidad de vida de la población”, apunta.
El resto de las obras inconclusas traerían beneficios en los sectores de energía, agua y saneamiento ambiental, deportes, hidrocarburos, cultura, plantas industriales, institucional, turismo, defensa, justicia, áreas verdes y recreativas, así como la tecnología, complementa.
“Elefantes blancos”
Entre las promesas incumplidas de proyectos por parte de los ejecutivos de la llamada revolución bolivariana, se mencionan el hospital tipo III de Guanta, Anzoátegui; y la Unidad de Quemados del hospital doctor Luis Razetti, en Barinas, hoy parcialmente operativa, pero redireccionada a la atención de emergencias pediátricas.
Otro de los llamados “elefantes blancos” de los gobiernos del chavismo que menciona Transparencia es la remodelación integral de la escuela Las Américas, en Bolívar.
“En octubre de 2015, la cooperativa Triunfadores 2075 comenzó los trabajos en la institución, pero solo removieron el techo y en noviembre abandonaron el recinto, dejando inutilizadas tres aulas y la cocina”, precisa el informe.
El chavismo también heredó obras inconclusas de gobiernos anteriores, como las de regulación y trasvase del sistema hidráulico Yacambú-Quíbor, en Lara. Desde su inicio, “han pasado ya ocho jefes de Estado”, observa Transparencia en su investigación.
El presidente Maduro, quien gobierna desde 2013 y cuya legitimidad está en entredicho para sus opositores y al menos 50 gobiernos del mundo desde enero de 2019, suele exigir públicamente a sus funcionarios nacionales y regionales mayor eficiencia en sus gestiones.
Hace tres semanas, demandó justicia sobre las denuncias de presunta corrupción por parte de uno de los principales líderes del chavismo, el expresidente de PDVSA, Rafael Ramírez.
“De tanto que se escuchó ‘limpieza en Pdvsa’ (…), quizá las investigaciones tardaron mucho, ahora tiene que haber justicia”, dijo desde una instalación petrolera, en oriente.
Sus críticos, especialmente los de partidos integrantes de la Plataforma Unitaria, lo responsabilizan junto a Chávez de liderar una red de corrupción cuyo total presuntamente malversado y robado superaría las decenas de miles de millones de dólares, en 23 años.
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