El 20 de junio, se cumplirán 100 años de la primera vez que se celebró el Día del Padre en Estados Unidos.
Al principio, cuando se comenzó a celebrar la fecha en 1910, no tenía mucha relevancia entre los estadounidenses. Siempre quedaba en segundo lugar frente al Día de la Madre, ya que las mujeres tradicionalmente estuvieron más involucradas en la crianza de los hijos.
Pero esto ha cambiado. La figura paterna y su rol en el hogar evolucionó desde 1910 e incluso desde 1972, año en el que el presidente Richard Nixon oficializó la fecha en Estados Unidos.
“Si bien el trabajo de un padre fue una vez el de ‘traer el tocino a casa’, los padres participan cada vez más en todos los aspectos de la vida familiar – desde leerle a sus hijos, llevarlos y traerlos de la escuela y ofrecer un hombro en el que puedan llorar”, aseguraron cuatro expertos en familia y en sociología que escribieron sobre el tema en un comunicado.
“Entre 1965 y 2003, los hombres triplicaron la cantidad de tiempo que pasan en el cuidado de niños”, dijeron Deborah Carr, Kristen Springer, Philip Cowan y Robert-Jay Green.
En honor a los padres modernos, estos cuatro expertos recolectaron una serie de cifras que ilustran la relevancia que cobraron los hombres en el cuidado de sus hijos.
El repartido fue preparado para el Consejo en Familias Contemporáneas, una organización sin fines de lucro que estudia a las familias estadounidenses, y enviado a varios medios, incluyendo a voanoticias.com.
Aquí van algunas de las cifras más interesantes:
- Hay 30.2 millones de padres que viven con niños y adolescentes menores de 18 años. Ochenta y cinco por ciento de estos hombres viven con sus hijos biológicos; el 11 por ciento vive con sus hijastros y el 4 por ciento vive con hijos adoptados.
- Casi una cuarta parte (un 24 por ciento) de los 11.2 millones de niños en edad preescolar quedan bajo el cuidado de sus padres mientras las madres trabajan. Se calcula que hay cerca de 158.000 papás que se quedan en casa mientras sus esposas sustentan a la familia financieramente.
- Los niños que tienen una relación positiva con sus padres tienen menos problemas de conducta, mayor desarrollo cognitivo, una mayor madurez y una menor probabilidad de abuso de drogas y alcohol que los niños que tienen una relación negativa con sus padres.
- Los padres también se benefician de estar involucrados con sus hijos y las madres tienden a sentirse menos deprimidas cuando los padres tienen un buen relacionamiento con los niños.