La madre Teresa de Calcuta nació en 1910 en Skopje, entonces Albania y actual Macedonia siendo su nombre de pila Agnes Gonxha Bojaxhiu.
Fue la hija menor de un total de cinco hermanos y a muy temprana edad recibió los sacramentos de la Primera Comunión y la Confirmación.
Desde muy pequeña supo lo que era la pobreza. Perdió a su padre a la edad de ocho años y junto a su familia pasó por muchas necesidades.
A los 18 años abandona su hogar para ingresar al Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como las Hermanas de Loreto, en Irlanda. Es en este lugar donde adopta el nombre de hermana María Teresa por Santa Teresa de Lisieux y un año después llega a Calcuta, en enero de 1929.
La madre Teresa de Calcuta hace sus primeros votos en 1931 y es destinada a la comunidad de Loreto Entally en esa ciudad de la India donde fue docente de las alumnas del colegio St. Mary. La madre Teresa llega a ser directora del centro en 1944.
Fue durante un retiro anual, el 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling, donde la Madre Teresa recibió el llamado de Dios, lo que ella llamó la “inspiración” para convertirse en fiel sierva del Señor.
Al servicio de los más pobres entre los pobres
La madre Teresa de Calcuta afirmó haber tenido visiones del mismo Jesús, quien le dijo “Ven y sé mi luz” y le pidió que fundara una congregación religiosa al servicio de los más pobres entre los pobres.
Después de vencer muchas adversidades, la madre Teresa vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul – el atuendo con el que se ha inmortalizado- y salió del convento para introducirse en el mundo de los pobres, un 17 de agosto de 1948.
En 1950 se establece oficialmente la Congregación de las Misioneras de la Caridad. Tiempo después envió a sus hermanas a otras partes de la India y abre otras casas en Venezuela, Roma, Tanzania y en los cinco continentes.
En 1979 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz y desde ese momento los medios de comunicación empezaron a seguir con más atención sus obras que daban testimonio de su amor a Dios y al prójimo.
A pesar de su debilitado estado de salud la madre Teresa de Calcuta sirvió a los más necesitados hasta que falleció el cinco de septiembre de 1997.
El papa Juan Pablo II la beatificó el 19 de octubre de 2003 y ahora el papa Francisco la canonizará el próximo cuatro de septiembre en el Vaticano.