Las amenazas de sanciones de legisladores estadounidenses como Ileana Ros-Lehtinen y del mismo secretario de Estado, John Kerry, tienen sin cuidado al presidente venezolano, Nicolás Maduro, o al menos, así lo expresa.
El congresista estadounidense Mario Díaz-Balart (R-FL), quien patrocinó desde un primer momento el proyecto de ley H.R. 4229 de Solidaridad Democrática y Libertad en Venezuela se pronunció y dijo en un comunicado que “es tiempo que EE.UU. pida a Maduro que rinda cuentas”.
El proyecto de ley presentado por su colega Ileana Ros-Lehtinen establece una serie de sanciones y rechaza todo acto de violencia y represión en contra del pueblo venezolano.
Díaz-Balart acusa a Nicolás Maduro y sus “compinches” de haber desatado una severa ola de violencia y severa opresión contra los venezolanos que pacíficamente han tomado las calles para protestar de manera legítima contra el gobierno.
“El valiente pueblo venezolano ha estado protestando por el aumento de la corrupción, la elevación del índice inflacionario, el desempleo, la escasez de productos, altas tasas de criminalidad y la erosión de los derechos humanos y desacuerdo político.
“Es momento que EE.UU. haga rendir cuentas a Maduro y sus cómplices por su extrema violación a los derechos humanos, la represión y el control de la prensa. Esta legislación demanda una variedad de acciones sustanciales que describen y reconocen a estos cobardes delincuentes”.
"El más perjudicado en una escalada de sanciones va a ser Estados Unidos, su sociedad, sus empresarios, su pueblo”, advirtió el mandatario en su nuevo programa radial semanal.
“Ojalá no nos metan por ese camino para demostrar lo que no queremos demostrar, que serían ellos los más perjudicados", añadió.
Indicó que el petróleo que no se compre a Venezuela sería vendido a otros. "De repente lo vendemos hasta a mejor precio, no tenemos problemas, nosotros somos libres", señaló.
En una entrevista concedida a la Voz de América, Ros-Lehtinen dijo que Estados Unidos tiene la obligación moral de apoyar al pueblo venezolano en la defensa de sus derechos, sugiriendo que el gobierno del presidente Obama puede recurrir a negar visas a funcionarios venezolanos, congelar bienes, impedir transacciones financieras y reducir la compra del petróleo.
Maduro piensa que las medidas propuestas no tendrían efecto en Venezuela.
"Es una estupidez de la ultraderecha, del lobby de la ultraderecha del Senado de Estados Unidos pensar en leyes contra Venezuela, nos resbalan sus sanciones", enfatizó Maduro, tras reiterar, no obstante, la intención de su Gobierno de tener "relaciones de respeto" con Washington.
El periódico El Universal informó en octubre del año pasado que, Venezuela, que hasta hace un lustro despachaba 1,36 millones de barriles diarios de petróleo y derivados a Estados Unidos, hoy exporta solo 865.000 barriles diarios.
El diario señaló que aunque Venezuela sigue siendo un importante proveedor para Estados Unidos (8,78% del total de petróleo importado por EEUU), la relación está cambiando hacia una importante necesidad venezolana de comprar productos refinados al país norteamericano.
Congresista Díaz-Balart respalda sanciones
Congresista Díaz-Balart respalda sancionesEl congresista estadounidense Mario Díaz-Balart (R-FL), quien patrocinó desde un primer momento el proyecto de ley H.R. 4229 de Solidaridad Democrática y Libertad en Venezuela se pronunció y dijo en un comunicado que “es tiempo que EE.UU. pida a Maduro que rinda cuentas”.
El proyecto de ley presentado por su colega Ileana Ros-Lehtinen establece una serie de sanciones y rechaza todo acto de violencia y represión en contra del pueblo venezolano.
Díaz-Balart acusa a Nicolás Maduro y sus “compinches” de haber desatado una severa ola de violencia y severa opresión contra los venezolanos que pacíficamente han tomado las calles para protestar de manera legítima contra el gobierno.
“El valiente pueblo venezolano ha estado protestando por el aumento de la corrupción, la elevación del índice inflacionario, el desempleo, la escasez de productos, altas tasas de criminalidad y la erosión de los derechos humanos y desacuerdo político.
“Es momento que EE.UU. haga rendir cuentas a Maduro y sus cómplices por su extrema violación a los derechos humanos, la represión y el control de la prensa. Esta legislación demanda una variedad de acciones sustanciales que describen y reconocen a estos cobardes delincuentes”.
"El más perjudicado en una escalada de sanciones va a ser Estados Unidos, su sociedad, sus empresarios, su pueblo”, advirtió el mandatario en su nuevo programa radial semanal.
“Ojalá no nos metan por ese camino para demostrar lo que no queremos demostrar, que serían ellos los más perjudicados", añadió.
Indicó que el petróleo que no se compre a Venezuela sería vendido a otros. "De repente lo vendemos hasta a mejor precio, no tenemos problemas, nosotros somos libres", señaló.
En una entrevista concedida a la Voz de América, Ros-Lehtinen dijo que Estados Unidos tiene la obligación moral de apoyar al pueblo venezolano en la defensa de sus derechos, sugiriendo que el gobierno del presidente Obama puede recurrir a negar visas a funcionarios venezolanos, congelar bienes, impedir transacciones financieras y reducir la compra del petróleo.
Maduro piensa que las medidas propuestas no tendrían efecto en Venezuela.
"Es una estupidez de la ultraderecha, del lobby de la ultraderecha del Senado de Estados Unidos pensar en leyes contra Venezuela, nos resbalan sus sanciones", enfatizó Maduro, tras reiterar, no obstante, la intención de su Gobierno de tener "relaciones de respeto" con Washington.
El periódico El Universal informó en octubre del año pasado que, Venezuela, que hasta hace un lustro despachaba 1,36 millones de barriles diarios de petróleo y derivados a Estados Unidos, hoy exporta solo 865.000 barriles diarios.
El diario señaló que aunque Venezuela sigue siendo un importante proveedor para Estados Unidos (8,78% del total de petróleo importado por EEUU), la relación está cambiando hacia una importante necesidad venezolana de comprar productos refinados al país norteamericano.