Expertos estadounidenses han hecho sonar la alarma sobre una cepa de malaria resistente a los medicamentos en varios países del sudeste de Asia.
La noticia pone en peligro los grandes avances mundiales logrados contra la enfermedad, que mata a más de 600.000 personas al año, indica un despacho de la agencia de noticias AP.
Aunque esta enfermedad transmisible reclama a la mayoría de sus víctimas en África, son las naciones a lo largo del río Mekong donde ha surgido la mayor amenaza a su tratamiento.
La resistencia al tratamiento de primera línea artemisina surgió en la frontera entre Tailandia y Camboya en 2003, desde entonces se ha confirmado en Vietnam y Myanmar.
También se ha detectado en el suroeste de China y se sospecha que también existe en lugares como Guyana y Surinam.
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales opina que pudiera convertirse en una catástrofe de salud porque no hay ningún nuevo medicamento contra la malaria en el horizonte.
La noticia pone en peligro los grandes avances mundiales logrados contra la enfermedad, que mata a más de 600.000 personas al año, indica un despacho de la agencia de noticias AP.
Aunque esta enfermedad transmisible reclama a la mayoría de sus víctimas en África, son las naciones a lo largo del río Mekong donde ha surgido la mayor amenaza a su tratamiento.
La resistencia al tratamiento de primera línea artemisina surgió en la frontera entre Tailandia y Camboya en 2003, desde entonces se ha confirmado en Vietnam y Myanmar.
También se ha detectado en el suroeste de China y se sospecha que también existe en lugares como Guyana y Surinam.
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales opina que pudiera convertirse en una catástrofe de salud porque no hay ningún nuevo medicamento contra la malaria en el horizonte.